La historia oficial cuenta que Hitler terminó sus últimos días escondido en un bunker en Berlín, donde se suicidó en abril de 1945 junto a su mujer Eva Braun y su perro, además de otros altos oficiales que también se habrían suicidado. Luego se habría incinerado el cuerpo del líder nazi y su mujer, enterrándolos en las afueras del bunker, donde posteriormente fueron encontrados por las tropas del ejército soviético.
En resumen, esto es lo que aparece en los libros de historia. Pero, ¿y si la historia oficial no cuenta lo que realmente sucedió? ¿Y si Hitler huyo de Berlín y sobrevivió muchos años más oculto en los confines del mundo?
A continuación, un resumen de varios indicios que parecen afirmar que la historia oficial no es necesariamente el reflejo de la realidad.
La huida
El autor argentino Abel Basti plantea que en realidad Hitler habría huido de Alemania, pasando por España para terminar en Argentina donde habría vivido una década hasta el derribo del presidente Perón en 1955. Al igual que muchos otros jerarcas nazis que huyeron a Sudamérica. Luego el líder nazi se habría trasladado a Paraguay, donde vivió bajo la protección del dictador Stroessner que era de ascendencia alemana. Personas que habrían conversado con Stroessner, confirman que este habría contado en sus círculos más cercanos que varios jerarcas nazis, incluyendo al propio Hitler, estaban refugiados en Paraguay. Según estos datos, el líder nazi habría muerto en 1971 en dicho país. Familias adineradas le habrían sustentado durante años y se hicieron cargo incluso de sus funerales y entierro en un subterráneo de un elegante hotel en Asunción. Esa tumba se habría sellado en 1973, incluso con ceremonia incluida a la cual habrían acudido 40 personas de alta jerarquía social, incluyendo el militar brasileño Fernando Nogueira de Araujo, quien contó esta historia en un diario.
Hitler habría huido del bunker en Berlín, días antes de la caída en manos del ejército rojo de la Unión Soviética. A Hitler lo habría suplantado un doble, mientras este huía por un túnel que lo llevo hasta el aeropuerto de Tempelhof donde huyo en un helicóptero. Luego habría tomado un avión hacia España, y de ahí a las islas Canarias, donde se embarcó en un submarino hasta Argentina.
Hitler en Argentina
Hitler y Eva Braun habrían llegado a la ciudad patagónica de Comodoro Rivadavia. En ese momento la actividad de los submarinos alemanes era muy intensa: desde marzo de 1945 hasta agosto, se detectaron numerosos viajes. Algunos se rendían, otros no eran registrados, eran hundidos después de depositar a sus pasajeros y sus cargas en las orillas de las costas argentinas. Hitler vivió en Bariloche en una estancia que perteneció a la familia alemana de Bernardo, padre del rey Guillermo de Holanda, que formo parte de las SS nazis, después habitó en Inalco, una villa alpina de muchas instalaciones y casas en la Patagonia. Después habría vivido en un hotel en Paraguay, teniendo pasos por Brasil y Colombia.
Los documentos del FBI
Basti cita en su libro documentos desclasificados del FBI, como un informe del 4 de septiembre de 1944, en el cual se advierte que “Argentina guardó silencio a pesar de todas las acusaciones de que ella serviría de punto terminal para Hitler, después de un vuelo sin parada de 7.375 millas desde Berlín, en un avión construido especialmente, o como pasajero en un largo viaje en submarino”.
Así mismo la cadena internacional History Channel emitió una serie documental llamada “Cazando a Hitler” basada en documentos desclasificados por el FBI, descubriendo los túneles entre el bunker y el aeropuerto de Tempelhof en Berlín y reproduciendo el recorrido que habría llevado al dictador nazi a Sudamérica.
Sobre Eva Braun, Basti cree que sobrevivió a Hitler y volvió a Bariloche, donde tuvo una casa que luego donó al Hospital Alemán de esa ciudad. Luego habría viajado a Buenos Aires, donde vivió en el exclusivo barrio de La Recoleta, hasta los años 90 cuando se le pierde el rastro.
La investigación de un agente de la CIA
Existe un experimentado agente de la CIA, Bob Baer, director de un grupo de expertos, que analizó 700 páginas de archivos recientemente desclasificados por el FBI. Los documentos sugieren que Hitler sobrevivió al bunker y huyó junto a Eva Braun y otros jerarcas nazis. El agente de la CIA sostiene que “lo que estamos haciendo es volver a examinar la historia, una historia que se resolvió con un Hitler muerto en el bunker, pero no tenemos ninguna prueba de ello”.
Los supuestos restos de Hitler y Eva Braun encontrados a las afueras del bunker, no están realmente identificados y no hubo ninguna evidencia científica de sus identidades reales. Además, los únicos restos que quedaron fueron unos trozos de cráneo, supuestamente de Hitler que tras ser analizado resultó ser un cráneo femenino, no identificado. En definitiva, no hay ninguna evidencia física de la muerte de Hitler y Eva Braun, todo se basó en versiones oficiales tanto de la URSS como de Estados Unidos. A pesar de que en Alemania no se declaró oficialmente muerto a Hitler, sino hasta 1955.
Operación Paper Clip
Un reducido número de jerarcas nazis negoció con la inteligencia militar norteamericana y la CIA la inmunidad de Hitler y Braun a cambio de llevar en secreto a Estados Unidos a un millar de científicos nazis para llevar todos sus conocimientos y tecnología muy avanzada para la época al servicio de la nación norteamericana.
Incluso uno de los fundadores de la NASA y de los principales responsables de la llegada de la misión Apollo 11 a la Luna, Wernher Von Braun, era un ex científico nazi experto en cohetería, creador de los cohetes B2.
Este éxodo de científicos alemanes a Estados Unidos (perdonándoles sus crímenes de guerra a cambio de colaboración científica militar) es conocida como “Operación Paper Clip”.
NAZIS EN SUDAMERICA
A pesar de lo disparatada que para muchos suene la huida de Hitler a Sudamérica, cabe recordar que varios jerarcas nazis efectivamente vivieron y murieron en Sudamérica. A continuación, revisaremos los más conocidos.
Adolf Eichmann, un teniente de las SS, encargado de la llamada “Solución final”, el cual fue capturado en Argentina por la agencia de inteligencia israelí (Mossad) y llevado a juicio en Israel, donde fue finalmente ejecutado por crímenes contra cientos de miles de judíos.
Josef Méngüele, el llamado “Doctor muerte”, encargado de horribles experimentos con judíos prisioneros que morían cruelmente a manos de este sádico médico, que vivió en Argentina, Paraguay y finalmente en Brasil.
Walter Rauff quien fue el responsable de los llamados “Camiones de la muerte” y diseñador de varios campos de prisioneros. Este jerarca nazi vivió en Chile, tal como el nazi Paul Schäfer y su “Colonia Dignidad”, protegidos por la dictadura de Pinochet.
Las razones de la conspiración
Una vez terminada la segunda guerra mundial todo cambió y se reorganizó. Tanto norteamericanos como soviéticos querían quedarse con los “secretos nazis”, con su tecnología y avances muy apetecidos por la industria bélica. El que se quedara con este “tesoro”, alcanzaría una gran ventaja en la hegemonía mundial.
Bajo esta lógica, Estados Unidos habría hecho un acuerdo con los jerarcas nazis para adquirir su avanzada tecnología bélica y además quedarse con muchas patentes y empresas alemanas. De ahí vendría este acuerdo para dejar vivir a Hitler en la clandestinidad, lejos, apartado en Sudamérica. Todo esto se ocultó por obvias razones.
¿Cómo EEUU les explica a sus ciudadanos que fueron a combatir a los nazis en Europa, sacrificando mucho, dando sus vidas en una guerra brutal para luego terminar pactando con esos mismos nazis por intereses políticos, bélicos y económicos?
Era mucho más sencillo decir a todos que Hitler se suicidó en el bunker, sin ninguna prueba concreta y todos contentos. Como vemos la historia, al parecer, está llena de “Fake news”. Sea real o no esta conspiración, tal parece que pronto tendremos que re escribir muchos pasajes de la historia.