Una urbe medieval es la protagonista de un trama de traiciones, problemas a solucionar y conflictos estamentales en ‘La catedral del mar’ de Ildefonso Falcones. El catalán hace protagonista a la ciudad condal, escenario idóneo para contar la historia de hijo de un campesino que huye de su señor dejando atrás sus tierras y sus riquezas en busca de la libertad para su hijo en Barcelona sin mirar atrás.
'La catedral del mar'
Autor: Ildelfonso Falcones
Editorial: Debolsillo
Febrero 2011
En este contexto de tramas políticas Arnau luchará por ser un hombre libre y rendir tributo a su virgen con la construcción de una catedral por y para el pueblo. Para esto se afiliará a la cofradía de los baixeiros –encargados de llevar las grandes piedras de las minas a catedral para su construcción- y su coraje será amenazado por un cúmulo de desgracias duramente narradas por el autor y que acompañará al lector a la guerra, a los sentimientos carnales del joven y a las grandes decisiones que deberá tomar su protagonista.
La rapidez narrativa de la obra consigue la atención del lector. Sin embargo, aun con la multitud de diálogos y la aparición de nuevos personajes, el autor intenta sumergir al lector en la atmósfera de la época describiendo con gran acierto los oficios y costumbres medievales, narrando el día a día en una gran potencia medieval como era la capital del Condado de Barcelona y la importancia del mar. Esto lo consigue gracias a su meticulosa documentación, el autor –abogado de profesión- da a conocer leyes y datos legales que hace disfruta el más estudioso y sacia al lector curioso.
A pesar del interés de la documentación histórica, el autor da demasiada importancia al contexto político y las traiciones entre reinos, así como, al posicionamiento de los prohombres que dan riqueza a la novela, pero no son imprescindibles en la trama. Estás anotaciones históricas ocupan demasiado espacio en la obra. Aunque la recreación está bien narrada y bien documentada puede conseguir que el lector se aburra y provoca antibajos en la velocidad narrativa y puede desesperar a los menos aficionados a la novela histórica.
Arnau, por su parte, es un personaje concienzudo, duro físicamente, pero vacilante en sus decisiones. En su camino se encontrará amigos muy amigos y villanos muy villanos. Es decir, los protagonistas no evolucionan y se mantienen en sus roles quitándole sorpresas y brillantez a la obra.
La vida de Arnau crece espiritualmente como lo hace la construcción de una iglesia. Poco a poco y no sin dificultades. La novela se construirá a partir de un cúmulo de desgracias que nuestro héroe deberá de solucionar y que mantiene atrapado al lector.
Sin embargo, aquel que acuda a leer ‘La catedral del mar’ buscando la historia, personajes y sabor de ‘Los pilares de la tierra’ no lo encontrará. Lo que sí que harán será disfrutar de una historia entretenida, con una gran ambientación en la Barcelona medieval y al cerrarlo recordará la historia de Arnau. Como todo bestseller habrá disfrutado de un alto ritmo narrativo y giros en su trama, pero no encontrará la gran novela histórica española.