Artur Mas recula y dice que no habrá consulta secesionista en 2014, que lo que habrá serán las elecciones autonómicas de 2016 como marca la agenda y que a partir de ahí se verá. Los tarados que frecuenta como apoyo de gobierno mantienen que habrá una consulta en 2014 tal como pactaron para la gobernabilidad de la actual legislatura. Que alguien me explique este guirigay.
Como en una película mala, esta patada hacia adelante nos deja con muchas dudas sobre su desenlace. Parece que el chorreón de realidad que le ha caído al presidente catalán no cuadra con las ideas loquísimas de sus socios de gobierno. El culebrón está servido. En junio ya advertía Durán de que la consulta no se iba a celebrar. En Unió no parecen por la labor de apoyar derivas estrafalarias cuyo soporte son los hooligans que salen a la plaza de su pueblo envueltos en banderas de colorines combinado con gente que ve eso en la tele y no sabe matemáticas. En Convergencia siguen algunos con el márketing secesionista en espera de vientos económicos más favorables. El propio Artur Mas dice que en 2016 la situación de crisis estará más superada y habrá menos recortes (?), con lo que se puede hacer coincidir las autonómicas con una suerte de plebiscito independentista.
Yo no me fiaría del convencimiento de quien quiere independencia en función de unos resultados económicos inmediatos y coyunturales. La independencia de un país tiene que tener unos cimientos más fuertes que eso. Si realmente Mas estuviera por la secesión, nada le importaría que el paro y la deuda estuvieran en un sitio u otro. Ah, pero resulta que los actuales responsables políticos de la situación de Cataluña son los mismos que se supone quieren la secesión. Bizarro malabarismo el que tienen que desempeñar en CiU.
Que el guirigay secesionista catalán tiene más de farsa que de postura política reflexiva, lo atestigua el apoyo recibido en el Congreso. Muy poquitos aforados de Convergencia —ninguno de Unió— con los feos de ERC, los zascandiles de PNV, una señora del moribundo BNG que nadie conoce y unos excelentes compañeros de viaje para cualquier sarao, los proetarras. Si existe un votante estándar de CiU, debe de estar contentísimo con tales compañías. A nadie extrañe, visto lo visto, que en cada nuevo sondeo esta coalición baje y los gritones y maleducados de ERC suban: el secesionismo se ha vuelto un asunto muy adolescente, muy de botellón, muy de no pararse a pensar (¿cómo van a usar el censo? ¿qué van a hacer si hay ayuntamientos que se niegan a ayudarles?). Y ahí sigue ERC, enrocado en organizar una consulta sin contar ya con el apoyo de la Generalitat.
La única baza con la que cuenta ERC para hacer presión es que CiU necesita sus votos en el parlamento. Cualquier componenda de CiU de pactar con otro que no sea ERC sería como pegarse un tiro en el pie. Con eso cuentan en ERC. Sin embargo no hay que descartar que una vez roto el pacto con ERC, CiU se decante con acuerdos puntuales con otras fuerzas. Es cierto que al igual que CiU y ERC, el resto de partidos están embadurnados en corrupción y espionaje. Todo queda en casa.
Pero CiU tras dar la vara insistentemente con la secesión no puede sin más desdecirse. Para salvar el culo necesita algo de Madrid. Tal vez a eso fue a una "reunión privada" a entrevistarse con Mariano: algún arreglo en la financiación de Cataluña, un posible pacto puntual en el parlamento catalán... Si se trata de esto último, un apoyo del PP de la espiadora espiada —Lady Gillette— a CiU no le basta, necesitaría el apoyo del PSC, que es una asociación de gente que no sabe qué quiere ser de mayor.
Sea como fuere, el conflicto político planteado por quienes no conocen la ley de los grandes números y se quedan extasiados ante imágenes de concentraciones banderiles, parece lejos de resolverse. La secesión continuará estando en la agenda política catalana porque es gratis echar la culpa de todo a los de fuera cuando la mierda propia les llega al cuello. Dudo que los catalanes se merezcan este hamponato. Que se espabilen.
Y que también se espabile Madrid: durante toda esta telenovela no les he escuchado ni un solo motivo para convencer a los secesionistas. Casi dan ganas de apoyarles.
La consulta soberanista: