Revista Cultura y Ocio
El viaje italiano se cerró tan brillantemente como comenzó. Después de dejar Milán, Napoleón se acercó a las fronteras de Austria, contra el cual debía pelear antes de fin de año, visitando el célebre cuadrilátero, que consistía en las cuatro ciudades fortificadas: Mantua, Peschiera, Verona y Legnago. Estuvo presente en una representación mímica de la batalla de Castiglione, en la que veinticinco mil hombres tomaron parte en el campo sobre el que se había librado esa batalla; luego fue a Bolonia, donde los encantos de su conversación fueron muy apreciados por los doctos profesores de su universidad. Mientras estaba allí, una delegación de Lucca lo visitó, pidiéndole que tomara ese pequeño país bajo su protección.LEER MÁS »