Revista Arte

La Creatividad: Historia de un Concepto.

Por Marisol Marisol Fernández Recalde

La Creatividad: Historia de un Concepto.

Los griegos no tuvieron términos que se correspondieran con los términos “crear” y “creador”. La expresión “fabricar” le bastó. En realidad, ni siquiera hicieron extensiva esta expresión del arte y a artistas tales como pintores y escultores, ya que dichos artistas no hacen cosas nuevas, sino que simplemente imitan las cosas que ya existen en la naturaleza.

Un artista se diferencia de un creador, según los antiguos, incluso de otro modo, es decir, el concepto de creador y creatividad implica la libertad de acción, mientras que el concepto griego de artista y de las artes presuponía la sujeción a una serie de leyes y normas. El arte se definía como la fabricación de cosas según unas normas.

Entonces para los antiguos el artista es un descubridor (descubre de la naturaleza sus leyes y se somete a ella), no un inventor.

En Roma, estos conceptos griegos se alteran en parte. Horacio escribió que no sólo los petas, sino también los pintores, tenían el privilegio se atreverse a lo que quisieran; Filostrato escribió que uno puede descubrir una semejanza entre la poesía y el arte y encontrar que ambas tienen la imaginación en común. Los griegos del periodo clásico no habían aplicado los conceptos de imaginación y de inspiración a las art5es visuales sino que lo había restringido a la poesía.

En el periodo Cristiano se produjo un cambio fundamental: la expresión creatio llegó a designar el acto que Dios realiza creando a partir de la nada, creatio ex nihilo. En esta expresión, su significado era distinto a facere; fabricar. Pesudo Dionicio escribió, al igual que Platón, que para pintar un cuadro el pintor tiene necesariamente que contemplar un arquetipo de la belleza, no inventarla. Análogamente, San Agustín declara que el objetivo del artista es ir coleccionado los rasgos de la belleza.

Todo esto cambió en los tiempos modernos. En el Renacimiento probaron varias expresiones, pero las creatividad no se incluyó por el momento. El filósofo Marsilio Ficino dijo que el artista inventa sus obras; el teórico de arquitectura y pintura Alberti, que preordena; Rafael, que conforma el cuadro a su idea; Leonardo, que emplean formas que no existen en la naturaleza; Miguel Ángel, que el artista plasma su visión en lugar de imitar la naturaleza; Vasari, que a la naturaleza se le conquista por el arte. A pesar de estas posturas, sin embargo se consideraba que la creatividad era un privilegio exclusivo de la poesía; la creatividad no estaba al alcance de los artistas.

Hacia el siglo XVIII, el concepto de creatividad fue apareciendo con mayor frecuencia en teoría del arte. Iba unido al concepto de imaginación, que en aquel periodo estaba en boca de todos. La imaginación contiene parecido a la creación escribió Addison. Diderot sentía que la imaginación es sencillamente la memoria de formas y contenidos.

Pero fue en Francia del siglo XVII donde la creatividad del hombre encontró la resistencia, Batteux escribió: “la mente humana, estrictamente hablando, no puede crear, todos sus productos llevan el estigma de sus modelos”. Finalmente los artistas de la ápoca estaban sujetos a reglas, y la creatividad parecía irreconciliable con las reglas. Por otro lado los filósofos manifestaron que la creación es un acto misterioso y la psicología de la ilustración no admitía misterios.

En el siglo XIX el arte se tomó su revancha por la resistencia de los siglos precedentes a considerarle como creatividad. Ahora no sólo se reconoció la creatividad, sino que sólo se reconocía a ´´el. Creador llegó a ser sinónimo de artista y poeta.

En resumen: el arte y la poesía tienen lemas: ley y creatividad, o: reglas y libertad; o también, destreza e imaginación.

Por tanto esta historia de la creatividad ha pasado por cuatro fases:

1- Durante casi mil años, el concepto de creatividad no existió en filosofía, ni en teología, ni en el arte europeo.

2- Durante los siguientes mil años, el término se utilizó, pero exclusivamente en Teología: Creador era sinónimo de Dios.

3- Es en el siglo XIX cuando el término creador se incorporó al lenguaje del arte; creador se convirtió en sinónimo de artista.

4- En el siglo XX, la expresión creator empezó a aplicarse a toda la cultura humana, se comenzó a hablar de la creatividad en las ciencias, de políticas creativas, de creadores de una nueva tecnología. Se usa para designar un proceso que tiene lugar en la mente del creador, pero también para el producto de ese proceso.

Historia del Concepto.

La Creatividad: Historia de un Concepto.

1- En la Antigüedad Platón concebía el principio del mundo como construido por un Demiurgo divino que modeló el mundo, no a partir de la nada, sino de la materia, y de acuerdo con unas ideas preexistentes. En la concepción de Platón el Demiurgo se entiende como el arquitecto del mundo, no como su creador

Un segundo concepto de los antiguos relacionado con el concepto de creador fue el del poeta que según su convicción tenia una libertad que el artista no tenía. El poeta se parecía a un creador del mismo modo que el demiurgo, con la diferencia que el poeta actúa libremente, mientras que el demiurgo actúa de acuerdo con unos principios o ideas.

El concepto de creatividad empezó a cobrar fuerza sólo a finales de la antigüedad, especialmente en el sentido de modelar algo a partir de la nada.

2- Los hombres medievales estaban convencidos de que es un atributo sólo de Dios; sólo Dios es creador; la creatividad existe, pero el hombre es incapaz de ella; la creatividad existe, pero el hombre es incapaz de ella.

3- En tiempos modernos, aunque tarde, el concepto de creatividad se transformó; el sentido de la expresión cambió. La creatividad de acuerdo con esta nueva construcción, significaba la fabricación de cosas nuevas en lugar de fabricar algo a partir de la nada. La novedad podía entenderse de un modo u otro; finalmente fue la novedad la que definió la creatividad.

Con el nuevo concepto surgió una nueva teoría: la creatividad era un atributo exclusivo del artista. Es un punto de vista típico del siglo XX; sólo el artista es creador. Pero al fin se venció la resistencia, y las palabras creador y artista se convirtieron en sinónimos, tal y como antes lo habían sido creador y Dios.

El concepto de creatividad abrió un nuevo periodo en la historia de la teoría del arte:

a- El arte había sido imitación en el periodo clásico.

B- El arte había sido expresión en el periodo romántico.

C- El arte concebido como creación pertenece a nuestra época.

El Concepto Contemporáneo de Creatividad.

Según la interpretación actual, la creatividad es un concepto que tiene un ámbito muy amplio: abarca toda clase de actividades y producciones humanas, no sólo aquellas que han sido realizadas por los artistas, sino también las de los científicos y técnicos.

En primer lugar el rasgo que distingue a la creatividad en todos los campos, tanto en pintura como en literatura, en ciencia como en tecnología, es la novedad; la novedad que existe en una actividad o en una obra.

En segundo lugar, la novedad está sujeta a gradación; es mayor o menor. Podemos decir que la creatividad es un alto grado de novedad.

En tercer lugar, en la creatividad humana existen varias clases de novedad cualitativamente diferentes: una forma nueva, un modelo nuevo y un método nuevo de producción.

La novedad consiste, en general,  en la presencia de una cualidad que antes estaba ausente, aunque a veces se trate únicamente de un aumento cuantitativo o que se produzca una combinación a la que se estaba acostumbrado.

Un historiador de filosofía de finales del siglo XIX, pensaba incluso que toda creatividad no es nada más que una nueva combinación.

En cuarto lugar, la novedad lograda por personas creativas tiene varios orígenes: es deliberada o no intencionada, impulsada o dirigida, espontánea o resuelta metódicamente a base de estudio y reflexión; es el sello de las diversas actitudes de las personas creativas, la expresión de sus diferentes mentalidades, destrezas y talentos.

Lo esencial es: el criterio de la creatividad no es sólo la novedad; comprende también algo más, un nivel más elevado de acción, un mayor esfuerzo, una mayor eficacia.

Consideramos personas creativas aquellas cuyos trabajos no son sólo nuevos, sino que además son la manifestación de una habilidad especial, una tensión, una energía mental, un talento o un genio.

En el siglo XX el hombre es creativo cuando no se limita a afirmar, repetir, imitar, cuando da algo de si mismo.

El hombre recibe del exterior sensaciones desconectadas que él ensambla configurando una sola imagen. Esto ya era conocido de Platón; esta teoría fie sistemáticamente expuesta por Kant, y Goethe describió al hombre como un ser que da forma a aquello con lo que entra en contacto.

La creatividad por medio de la cual completamos los datos que recibimos del exterior es un hecho incuestionable, ocurre en cada actividad del hombre, es universal e inevitable. Puede decirse que el hombre está condenado a la creatividad. Sin ella no llegaría a saber nada, ni podría hacer nada. Nuestros ojos y mentes integran las sensaciones de una determinada flor o piedra, pero conectan también fenómenos creando grandes ideas sobre el mundo y sobre Dios.

La creatividad es el elemento decorativo de la ciencia y de la tecnología, pero es la esencia del arte.

En los tiempos pasados se asumía que no existía arte sin belleza, en cambio, se asume que no existe arte sin creatividad. Así es como Coleridge lo entendía ya a finales del siglo XIX cuando escribió que el arte es la repetición del acto de  la creación.

La esencia del arte es la innovación. Del mismo modo deberían ser nuevas las opiniones que se emitieran sobre el arte. El único sistema favorable del arte es la revolución permanente.

Simplificando puede decirse que existen dos polos en la comprensión del arte: el arte como perfección y el arte como creatividad.

El primero es la interpretación característica del clasicismo, el segundo, la interpretación romántica.

Según una formulación algo posterior, las funciones del artista son tres: es imitador, descubridor o inventor, es decir, creador. O bien imita la realidad conservando su recuerdo, o descubre sus leyes y su belleza, o crea lo que no existía.

Los tiempos pasados han visto al artista como a un imitador o descubridor, nuestros tiempos le consideran como un descubridor o creador.

Hasta hace poco los museos han tratado de coleccionar las obras más perfectas de cada periodo, mientras que en el presente lo que buscan es más bien coleccionar aquellas obras que en relación con su época eran nuevas o específicas, y por tanto creativas.

Fuentes y apuntes varios

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