Revista Opinión

La crisis de un modelo sin alternativa ideológica

Publicado el 19 febrero 2012 por Jocoma
La crisis de un modelo sin alternativa ideológicaEra a principios del mes de agosto cuando publicábamosnuestro primer artículo en “Dales Caña”. Se trataba de “¿Una crisis más o el fin de un Sistema?”. El asunto ya nospreocupaba y mucho. Lejos de mejorar desde entonces ha ido empeorando hacia unaprofundidad que nunca sospechamos que llegara… y aún no ha tocado fondo.
Hace unos años alucinaba yo cuando un sector conservadorradical del Parlamento Europeo, proponía 60 horas semanales de trabajo y jubilacionesa los 72. Poco imaginaba que aquello estaba más cera de lo que pensaba. ¿Cómo seme podía ocurrir que tanto esfuerzo y lucha durante años y años para reconocerunos derechos laborales que protegieran al débil del fuerte se iría al garete ala vuelta de la esquina en el tiempo? Se trata de la “Reforma Laboral” enEspaña. Que estas medidas no sólo no van a crear empleo lo reconocen ellosmismos, pero lo que sí van a suponer es la exclusión de otros muchos ciudadanosdel mercado de trabajo, porque más horas y más años trabajando van a impedirque una gran mayoría tenga acceso al mismo, sobretodo los jóvenes. También va asuponer que todo el poder esté en manos de la empresarial y por tanto másbeneficios que tendrá y que marcará bien definidas dos clases sociales, losricos y los pobres, con una clase media muy baja. En cuatro años se han cargadolos logros conseguidos en siglo y medio.
La crisis de un modelo sin alternativa ideológica
La crisis de un modelo sin alternativa ideológicaDefinitivamente nos van a llevar por el camino que lesconviene, y esto va a quedar en el escenario siguiente: Es evidente que elhombre necesita trabajar para vivir, pero es que además lo necesita tambiénpara realizarse personal y socialmente, para no caer en enfermedadespsicológicas que más tarde o más temprano acabarán convirtiéndose en físicas.Pero otra cosa distinta es vivir para trabajar, que es el otro extremo, el delos disciplinados orientales. En ello el Capital ve otra forma de esclavituddesde el momento en que se sabe que quien está ocupado continuamente no creaconflictos, no piensa y encima les consume sus productos, pero es que ademáscon esto pueden plantar cara a un mercado oriental que claramente ha apostadopor lo mismo. Aquello de “trabajar para vivir”, con la sociedad delocio y del bienestar que era hasta ahora un horizonte al que se iba tendiendopoco a poco, ha comenzado a desaparecer.
La cadena de desgracias va a venir sola comenzando por losmillones de parados actuales, los que lo van a ser en un futuro inmediato, yfinalizando en los “afortunados” que lo van a conservar pero trabajando más ycobrando menos, sin casi derechos. Va a haber bofetadas (bajada de pantalones)para conseguir un puesto de trabajo. Pero hay algunas personas que se van aescapar de esto. ¿Quién dijo que ya no había clases? La clase media llegará aniveles ínfimos, y las minorías más pobres se van a encontrar por los suelos o enuna fosa a dos metros bajo tierra.
La Patronal en particular y el Capitalismo en general estánmuy satisfechos y contentos con la Reforma Laboral, pero el resto de laspersonas que venían viendo el ocio y el bienestar como una utopía no muy lejana,ahoranos hemos topado con una crisis que ha puesto en bandeja los sueños de losricos, continuar siéndolo a costa de la explotación del resto del mundoen su beneficio. Todo el beneficio lo quieren para ellos.La crisis de un modelo sin alternativa ideológica
No se trata de describir un panorama pesimista, no, sino detratar de acercarnos a lo que probablemente ocurra en un futuro muy cercano, dehecho está ocurriendo ya.
Nos encontramos pues con un modelo: El de siempre. Los conservadores proponen recortar el gasto público,reducir el papel de los Gobiernos, fomentar el libre mercado (globalizacióndesregularizada) y privatizar para sus negocios.
La crisis de un modelo sin alternativa ideológica

El modelo alternativo antiguo era: Aumentar lo público en detrimento delo privado. Intervención del Estado en evitación del abuso de poderoligárquico. Disminuir los abusos del libre mercado, regulándolo. Ahora: Desdela derrota del socialismo con la caída del muro de Berlín, las personas quepensaban así, están desorientadas. Sin rumbo.


El camino vislumbrado por las sociedades en los últimos tiempos era: Niderecha ni izquierda. Simbiosis de los dos sistemas antagónicos, buscando elequilibrio. Regulación en este sentido. Medio para lograrlo: Fomentar laeducación pública que aumente la consciencia crítica del ciudadano y que podrá votarconsecuentemente. Está claro que han visto que esto no conviene a susprivilegios, es evidente que lo que están pretendiendo es todo lo contrario;esto no lo van a dejar prosperar, les conviene más lo que están configurando exprofeso para sí mismos en detrimento de la gran mayoría.
Los problemas económicos quesufren gran parte de los ciudadanos no afectan a las élites. Son los que estánregulando las leyes que se hacen a su medida. El dinero vale demasiado ypolíticos y partidos se venden a él sin remisión, los ciudadanos de a piétambién, pero por necesidad de vivir una vida digna; la élites económicas sevenden al dinero por ambición de poder. El ciudadano debería demandar mástransparencia y más educación pública y gratuita, y sobe todo una Normativafiscal que busque de verdad que quien más tenga que más pague, lo contrario del“buen camino” hacia el que se dirigen. Debería imponerse la exigencia delciudadano con el voto y con sus expresiones públicas.La crisis de un modelo sin alternativa ideológica
Como puedes ver, esta crisisque se presenta en un principio como financiera, que pasa a ser económica y queestá siendo de profundo calado social, lleva una inmensa carga ideológica de lossectores más conservadores de nuestra sociedad, el Capitalismo.
¿Qué puede pasar si en esta crisis el capitalismo hubiera estado a puntode morir de éxito y no fuera aprovechada esta circunstancia por la inmensamayoría de los ciudadanos? Pues que nos arrepentiremos de no haber hecho nada. ¿Moriráde éxito el Capitalismo y con esta crisis acabará abriéndonos los ojos yveremos dónde estamos, y el poder que tenemos para cambiar las cosas y vernosdónde queremos estar? Creemos que no nos van a dejar, pero también estamosconvencidos que depende de nosotros. ¡Hay que salir a la calle!
Dales caña a los de “arriba” y a los de “abajo”… por distintos motivos.La crisis de un modelo sin alternativa ideológica
 Noticia Publico.es (Clamor contra el decretazo)
Juan-Lorenzo[email protected]                                                  Más artículos sobre denuncia social

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