La cruz de river

Por Gastón del Torto
De la manera en que se había dado la 11º fecha del Clausura parecía que los equipos habían jugado para River. Para el beneficio del equipo de Juan José López que, de ganarle a Godoy Cruz podía quedar como único puntero. Porque Vélez había perdido con Quilmes de local, lo mismo que Estudiantes con Colón. Pero faltó la parte más importante: el trabajo del propio River.
Existe una explicación puramente matemática para explicar el resultado del encuentro. El club mendocino, en estas once jornadas, anotó 20 goles. Casi dos por fecha. Por el contrario, River perdió con Banfield e Independiente empató con All Boys) Godoy Cruz venció a River apenas convirtió 10, es decir, uno por partido. Y justamente eso sucedió hoy en el Monumental. Para seguir con la racha de los equipos visitantes en este sábado (además de los mencionados, 2-1 y se acomodó como escolta de Vélez, relegando al “Millonario” al tercer puesto.
La explicación del resultado es muy sencilla: la imprecisión de Erik Lamela y de Walter Acevedo, los dos motores de este equipo. Ambos intentaron, fueron para adelante aunque pocas veces pudieron llevar peligro al arco de Sebastián Torrico. El ex San Lorenzo tuvo su oportunidad desde lejos en el segundo tiempo pero la pelota salió rozando el poste izquierdo. A su vez, Lamela armó una buena jugada basada en paredes, junto a Matías Almeyda y Leandro Caruso, pero después de dejar tirado a Torrico, no pudo acomodarse para dirigir el tiro. Aún así, poco para los dos mejores jugadores del plantel.
El balance, muy parejo. Ninguno de los dos jugó demasiado bien como para ganar. El equipo de J. J. López fue superior en la primera parte pero sin tener chances claras de gol. Las líneas de ataque y defensa estuvieron muy separadas y nadie intentó algo distinto. Mucho tiene que ver la inclusión de dos laterales venidos a mediocampistas. Sin duda ambos son capaces de picar al vacío pero ninguno puede crear a partir de sus dotes técnicos una pared o una oportunidad de gol. De hecho, el tanto llegó “a lo River”: Jonatan Maidana trabó, la pelota le quedó a PauloFerrari que tiró el centro para que el ex Boca cabecee cruzado.
Por su parte, Godoy Cruz, que no pateó al arco en el primer tiempo, se encontró con el empate apenas a los 3 minutos del segundo gracias a Zelmar García. Y a partir de allí, niveló el trámite del partido. El resto fue bastante parejo, también con pocas situaciones. Para fortuna del equipo tombino, a falta de cinco minutos para el final, cuando el empate parecía resultado clavado, Mariano Donda aprovechó al 100% su chance de tiro libre y convirtió uno similar al que le había hecho a Tigre algunas fechas atrás.
Lejos de querer ser reiterativo hay que remarcar la actuación de Mariano Pavone. Por alguna razón incierta, su presencia en el equipo es dañina. No justamente por sus malos desempeños sino por lo que produce en el resto de sus compañeros que parecería que, al verlo fortachón y luchador, lo aíslan del trámite del juego. No lo abastecen bien ni lo acompañan como deberían. Lo dejan sólo arriba, lejos del mediocampo. Muy distinto fue cuando Caruso debió ocupar ese rol y, sabiendo que no es un nueve de área natural, estuvieron más cerca de él para poder crear juego.
Realmente una lástima que se mal aproveche un jugador del nombre y la calidad de Pavone. Que en Estudiantes se cansó de hacer goles, de dentro y fuera del área, con ambas piernas y de cabeza. Tampoco es seguro que con un delantero más el equipo cambiaría pues la acumulación de delanteros no resuelve nada. Pero sin duda, el técnico deberá encontrarle una solución a la ofensiva de este equipo que depende mucho de lo que pueda crear Lamela, lo que aporte Acevedo, algún pique al vacío de Ferrari o la lucha estoica de Pavone para conseguir un resultado. O al menos, un gol. River necesita variantes en ataque.
La próxima fecha, la número 12, Godoy Cruz recibirá en Mendoza a Arsenal, el sábado desde las 18.20 mientras que River visitará a Racing, en el partido anterior que comenzaría a partir de las 16.10.