Los amantes del cine aprendemos rápido que hacer largometrajes es un trabajo arduo. En cambio tardamos en conocer los bemoles del proceso que arranca con la obra terminada. Recién cuando distinguimos las instancias de distribución, promoción, exhibición, descubrimos a los agentes de prensa.
Por si hiciera falta, vale recordar que, en el ámbito del séptimo arte, estos profesionales auspician el encuentro entre realizadores y periodistas especializados. De esta manera contribuyen a la difusión mediática de películas en general y estrenos, ciclos, muestras, festivales en particular. Sin embargo, dato revelador señalado al pasar, recién hace algunos años sus nombres empezaron a figurar en los créditos de los films.
«No hay mal que por bien no venga» reza el dicho popular, y recordamos quienes observamos que los antes llamados prenseros empezaron a ganar visibilidad en plena cuarentena anti-coronavirus. La interrupción de la actividad laboral y el consecuente desbarajuste económico inspiraron la redacción de esta gacetilla y la creación de una cuenta en Instagram.
De este modo (virtual, como exige nuestro presente) tomó estado público la denominada «Asociación Argentina de Agentes de Prensa del Arte y la Cultura». Pero –atención– «las reuniones comenzaron hace unos cuatro años» contó Cris Zurutuza dos semanas atrás, cuando habló con Luis Kramer en su programa Cinefilia, por Radio PuntoCero.
Aquellos primeros encuentros sirvieron para poner sobre la mesa la invisibilidad del oficio y la necesidad de formalizar el trabajo y de crear una asociación representativa. «Avanzamos bastante por el camino hacia la inscripción en la Inspección General de Justicia, con un marco legal que nos avalara como asociación» recordó la agente de prensa especializada en Cine.
Entre el paso del tiempo y la vorágine laboral, la iniciativa quedó en stand by hasta que se reactivó con el aislamiento preventivo y obligatorio. «Volvimos a aunar lazos contra la adversidad» aseguró Zurutuza antes de mencionar las «asambleas que realizamos semanalmente», donde se decidió retomar el contacto con las áreas de Cultura del Estado, a nivel nacional y provincial.
«Ya enviamos una petición a la Dirección General de Desarrollo Cultural y Creativo, que depende del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, y estamos gestionando un encuentro con las autoridades del Ministerio de Cultura de la Nación, para transmitirles nuestra situación» prosiguió la entrevistada de Kramer. La reunión también apuntaría a solicitar que el ministro Tristán Bauer extienda a los agentes de prensa la ayuda económica que autorizó para otros trabajadores de la Cultura, afectados por el cese de actividades y la consecuente falta de ingresos.
«También estamos haciendo un censo para conocer el presente laboral y la situación ante la AFIP de integrantes de nuestra asociación». En este punto Zurutuza señaló la envergadura federal de la asociación y la diversidad de perfiles: de los más de trescientos colegas contabilizados, la mayoría es monotributista, pero una buena porción –en especial aquéllos especializados en Música y Teatro– se desempeña con total informalidad.
Algunos agentes tienen trabajos estacionales, por ejemplo aquéllos que cubren las temporadas de teatro en Mar del Plata o Villa Carlos Paz. Otros se reparten entre varios clientes al mismo tiempo. Todos manejan presupuestos «que son muy del día a día» y facturan de manera muy acotada.
Esta precariedad se agravó durante la cuarentena. «La actividad está totalmente paralizada en Teatro y en Música, por lo tanto la gente de prensa no llega a armar un solo lanzamiento», afirmó Zurutuza.
Los prenseros de Cine están mejor posicionados. Por un lado, se encuentran más profesionalizados y por lo tanto lidian con menos sobresaltos. Por otro lado, el sector audiovisual –fundamentalmente el INCAA, asociaciones de realizadores y algunas productoras– encontraron la manera de paliar la crisis originada en el cierre de las salas de exhibición: el Instituto, con el programa de estrenos en CINE.AR; los cineastas, con iniciativas como el ciclo Cuarentena de películas! o a través del alquiler online de sus obras.
«Los cronistas cinematográficos acompañan estas movidas y nosotros nos vamos adoptando a una nueva modalidad de trabajo: coordinamos entrevistas por teléfono o Internet, organizamos presentaciones por Instagram» dijo Zurutuza. Sobre este proceso de adaptación escribió Cynthia Sabat, directora de Comunicación Efectiva y agente de prensa de –entre otras películas– Línea 137, documental de Lucía Vassallo que se estrenó el 16 de abril.
En la columna que redactó para Escribiendo Cine, Sabat expuso: «En este contexto, y más que nunca, la estrategia de comunicación es esencial para el éxito de un estreno nacional… Lograr el encuentro entre el público y la película, lograr comunicar la película y conseguir espacios en medios masivos y alternativos requiere de un trabajo profesional, y de una estrategia. Las redes sociales son instrumentos claves para la difusión, y a la vez canales de comunicación con el público a los que hay que conocer y priorizar, trabajando el contenido pero también pautando de modo inteligente. Desafíos de este tiempo de aislamiento que el cine argentino puede volcar a su favor».
Hacia el final de la entrevista que le concedió a Kramer, Zurutuza reconoció que la constitución formal de la Asociación Argentina de Agentes de Prensa del Arte y la Cultura avanza al ritmo de «este presente tan virtual y con tiempos tan diferentes». Mientras se extienda la cuarentena, el objetivo principal es ganar visibilidad y potenciar la difusión de los reclamos más urgentes, agregó.
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PD. Ilustra este post la captura de una escena legendaria de Notting Hill. No sólo en este segmento cerca del final, sino bastante antes, la exitosa comedia romántica de Roger Michell muestra –eso sí, muy de refilón– la labor de prensa en torno a la película protagonizada por la actriz Anna Scott, a cargo de Julia Roberts. El británico John Shrapnel, que dicho sea de paso falleció el 14 de febrero pasado, encarnó al jefe del equipo de difusión.