Revista Medio Ambiente

La culpa la tiene tu entorno

Por Valedeoro @valedeoro

No tienes la culpa del pasado, sino la responsabilidad del futuro.

No consigues levantarte temprano. Hace días que tu hábito incipiente de la meditación ha desaparecido por completo y tu idea de definir tus prioridades a diario en vez de dejarte llevar por la avalancha de emails se ha convertido en humo. Te sientes atascada y frustrada, parece que eres un fracaso monumental que no consigue ni cumplir las más mínimas expectativas propias. Ya está comprobado que eres incapaz de cambiar.

No es tu culpa (y sí es tu responsabilidad)

La buena noticia: no es culpa tuya que no estés consiguiendo lo que te has propuesto. Estoy convencida de que tu entorno juega un papel muy importante en generar estos resultados poco satisfactorios. Dicho de otro modo: si tu entorno no te facilita tus planes, probablemente los está saboteando (aunque no estés consciente de ello).

Cuando digo “tu entorno” me refiero a la situación en la que te encuentras cada vez que no consigues cumplir tus propias expectativas. Quizás en tu habitación hace demasiado frío por las mañanas como para meditar con calma. Tal vez tu mesa de trabajo parece un campo de batalla con lo que es imposible que te concentres en tu trabajo. A lo mejor tus compañeros de despacho pasan todo su tiempo en el teléfono, despistándote con cada nueva llamada. En estas circunstancias sería un milagro si conseguirías cumplir con todo lo que te has propuesto.

Cuando puedes definir cuál característica de tu entorno te impide prosperar, puedes buscar una solución. El secreto no está en esforzarte más (o resignarte a quejarte), sino en facilitarte el éxito a ti misma.

¿Cómo puedes ajustar tu entorno a tus necesidades?

Digamos que quieres levantarte más temprano por la mañana, pero… la cama es tan calientita, el móvil se apaga con tanta facilidad y la cafetera está tan lejos. Ya ves que el problema no lo eres tú. Si dejas el móvil al lado de la cafetera instalando un programa como Alarmy (disponible para iphone y android), también llamado “Sleep if you can” (=Duerme si puedes) que convierte tus mañanas en un infierno a no ser que hagas una foto de un objetivo específico que definiste la noche anterior. Si has escogido un objeto en tu jardín o en la panadería de al lado de casa, tienes el éxito asegurado. Porque sin esta foto no hay forma de apagar el móvil.

O quizás quieres ir a correr, pero una vez que has llegado a casa te cuesta mucho salir nuevamente. El sofá es tan comfortable, tu pareja tan comunicativa y la lista de tareas de casa quiere tu atención. No es que tu no quieras, es que no te dejan. Ahora imagina si cambiaras la llegada a casa: Puedes guardar tu ropa de deporte en el coche y hacer una parada de media hora en el parque antes de volver a casa. O puedes buscar otro momento en el día para hacer deporte, cuando ni tu pareja ni el sofá se pelean por tu presencia.

Si no consigues lo que te has propuesto, no te sientas mal. La culpa no es tuya. Aunque sí es tu responsabilidad de cambiar las circunstancias para que te ayuden a crecer. ¿Qué puedes cambiar hoy?


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