Revista Arte
“No fue la naturaleza quien creó las tablas rectas, sino las limitaciones tecnológicas”. Y cuánta razón tienen los de Bolefloor, la empresa holandesa que produce y comercializa suelos de madera de lamas curvas, resiguiendo la morfología de los árboles, volviendo así a lo natural. Cada tarima es diferente, puesto que cada corte y cada árbol son únicos. La tecnología, desarrollada por una ingeniería finlandesa junto a tres compañías de software y el Instituto de Cibernética de la Universidad Tecnológica de Tallin, combina sistemas de escaneo de la madera junto al desarrollo de herramientas CAD/CAM y algoritmos de optimización para la colocación y secuenciación de las lamas. Este novedoso método permite detectar los bordes naturales de la madera y evalúa sus imperfecciones (nudos, etc.) para determinar el corte más eficiente y duradero. Con esto, la técnica permite ahorrar madera, puesto que se obtiene mayor superficie de suelo por árbol talado. Nunca la frase “hacer más con menos” estuvo mejor justificada.
o: Mirador Pinohuacho o La ciencia es simple o Solución biónica a las trampas transparentes