La danzoterapia se emplea desde hace mucho tiempo. Ya en 1915, Carl Gustav les pedía a sus pacientes que mostraran sus emociones mediante una danza.
Carl Gustav miraba la danza de sus pacientes y era capaz de entrar en los lugares más secretos de la mente de éstos.
A través del baile transmitimos hasta los sentimientos que tenemos más escondidos incluso para nosotros mismos. Gustav captaba estos sentimientos y le daba un nombre al trastorno oscuro que padecía la persona.
La danzoterapia es un arte del movimiento, un ejercicio de concentración, se podría comparar a una forma de yoga alegre que enseña a expulsar de nuestro interior mediante el ritmo y las vibraciones las propias emociones de cada uno. Es una buena forma de volver a contactar con los demás y con uno mismo.
Recientes estudios científicos han demostrado que las personas que son capaces de expresar libremente sus emociones se vuelven más fuertes y combativas contra los trastornos de estrés , dolores de cabeza , dolor de estómago , insomnio y lumbago .
El 90 % de estas enfermedades son enfermedades psicosomáticas de estrés a las que nuestro cuerpo reacciona dando estos síntomas de dolor, insomnio, etc.
Las sesiones de danzoterapia se realizan en habitaciones llenas de color, con globos, donde se proyectan diapositivas, se baila al ritmo de la música y se emplean palabras y silencios que ayudan a estimular a las personas para lograr expulsar del interior todas las emociones.
Se empieza sentados en el suelo, sobre el pavimento, y con los brazos y las piernas se empieza a crear un círculo por el que se va pasando y bailando. A través del movimiento del cuerpo se reviven las emociones que están olvidadas en el subconsciente.
Con el baile se consigue sacarlos hacia fuera y expresarlos. De esta forma puedes saber dónde está el problema y actuar sobre él. Tanto el cuerpo como la mente se benefician de este baile.
Los terapeutas emplean muchos estímulos para ayudar a sacar estas emociones fuera. Sin límites. Se cierran los ojos y se danza dibujando en el aire con los brazos las sensaciones que sentimos cuando entramos en armonía con la música y empezamos a movernos.