Javier Pulido analiza, documenta y contextualiza el fantaterror
Un acto de rebeldía
El periodista Javier Pulido es de los que piensan que el cine transcurre a este lado de la pantalla. En esta obra, que nos aproxima a ese periodo de eclosión del cine de terror en España, entre 1967 y 1976, hay atinados análisis cinematográficos que nos ayudan a comprender mejor el trabajo de aquellos cineastas, muchas veces lleno de imperfecciones y deficiencias. Porque hombres de cine como Paul Naschy, Carlos Aured, Amando de Ossorio o Jordi Grau tuvieron que luchar contra viento y marea, muchas veces con pocas cartas en la manga, para llevar sus proyectos a buen puerto.Hablábamos de esos análisis cinematográficos, que distan tanto de la exaltación del fan fatal como del desprecio que tradicionalmente han sufrido. Pero lo que singulariza este ensayo, nacido a partir de una tesis doctoral, fruto de la investigación minuciosa de años y años, es la interdisciplinariedad de su enfoque.
Insistimos: el cine transcurre a este lado de la pantalla, y para comprenderlo necesitamos el concurso de disciplinas como la economía, la sociología, la psicología y la historia.
los desaparecidos y llorados cines de barrio
En efecto, Javier Pulido aplica su ojo clínico a la Españadel tardofranquismo, a los desaparecidos y llorados cines de barrio, para mostrarnos todos los perfiles de su realidad. Su enfoque histórico nos enseña que España es un país de tradición realista, en el que hacer cine de terror casi supone un acto de rebeldía. No pocas veces, estos cineastas, que trabajaban a contrarreloj y con presupuestos anecdóticos, tenían que vérselas con las tijeras de la censura.
Pulido es de los que opina que el cine de género refleja fielmente la época a la que pertenece, como vemos en títulos como La noche de las gaviotas –últimos coletazos de represión–; Una libélula para cada muerto –las cloacas de la sociedad desarrollista–; El mariscal del infierno –la decadencia del tirano–…
Con estilo preciso y directo, Javier Pulido nos ayuda a comprender el llamado fantaterror, y nos muestra que en cierta época, España también escribió Terror con B, en ocasiones, incluso, trascendiendo el mero mimetismo hacia los modelos anglosajones que tanto nos han marcado.
T&B, 2012Compra en Casa del Libro
David G. Panadero