La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que afecta a una gran parte de la población.En niños también se conoce como eczema infantil.Suele afectar a un bebé de cada ocho y habitualmente suele comenzar a los seis meses de edad.El primer signo de esta enfermedad es, a menudo, una zona seca en la piel que tiene aspecto irritado y produce picor.
Esto da origen a la cadena siguiente:
PICOR-RASCADO-EMPEORAMIENTO DE LA LESION-MAS PICOR-MAS RASCADO-ETC
Aunque es difícil evitar que un niño se rasque, para conseguir romper este círculo vicioso habrá que aplicar una serie de medidas que el médico especificará para cada caso particular.
En bebés la cara es el sitio más común en donde aparece la dermatitis atópica aunque se pueden ver afectadas otras partes del cuerpo.En niños más mayores suele darse en el interior de los codos, rodillas, muñecas, tobillos y párpados.En casos extremos puede extenderse a todo el cuerpo.
La dermatitis atópica suele tener un componente hereditario.Por ello no se puede hablar de una única causa.Cuando se padece esta enfermedad la piel se vuelve hipersensible a ciertos irritantes como pelo de animales y plumas, alfombras y moquetas.Estos pueden ser factores que agraven el problema y que den paso a brotes.
La dermatitis atópica tiende a la desaparición o mejoría en la mayoría de los casos.Aproximadamente la mitad de los casos que se inician en la lactancia se cura a los 2-3 años y en más del 90% de los casos se cura hacia la pubertad.Sin embargo puede volver a aparecer más adelante, sobre todo en las manos, en épocas de estrés.
Al no ser una infección no se contagia.