"La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva".

(FLASHBACK ENERO 2010) Autor: Jorge Luís Borges. Una de las principales finalidades de este blog es conseguir despertar en quien lo lea unas ganas irrefrenables de comerse el mundo; si no por completo, ya que sería difícil la digestión, si al menos para ser capaces de pegarle unos cuantos bocados.
Estamos obligados a pensar por principio que tenemos las mismas posibilidades que el resto para conseguir los objetivos que nos propongamos en la vida. Y debemos entender que nadie es de partida más que nadie, porque todos los que han logrado sus metas antes, en algún momento de sus vidas, fueron tal y como podemos ser nosotros ahora.
¿Por qué algunos consiguen concretar sus ambiciones y otros no? ¿Es que valen más que tú? No creo que necesites que nadie te recuerde lo que vales. Ese precio por el que te tasas, debes de saber que es un valor tan en alza como lo que inviertas cada día en aumentarlo y depende en exclusiva de ti y no de ningún Banco de Inversión ni de la opnión ajena.
Hoy el mensaje es sobre todo para aquellos que han experimentado un fracaso reciente y piensan que les va a ser imposible remontar. Digo una obviedad, sin duda, pero siempre tenemos nuevas oportunidades y la cuestión no reside en saber verlas, sino sobre todo crearlas si acaso no llegan.
Ante una decepción tenemos todo el derecho del mundo, y además es saludable, a sentirnos mal y a sufrir lo que se podría llamar el 'duelo de la derrota'. Podemos llorar, que no es un desdoro, podemos indignarnos, que es humano e incluso patalear, encorajinarnos o quejarnos de nuestra condenada mala suerte, pero lo que no debemos es resignarnos a perpetuidad. Puede que las cosas nos hayan salido mal en un momento concreto, pero eso no es el apocalipsis y no debemos dar el juego por concluido... en todo caso, sólo cambiaremos de frente porque en otra parte nos espera una nueva trinchera y hay que seguir peleando.
Reflexión final: Como colofón, una frase del actor Albert Finney extraída del guión de la película "Big Fish": "Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco a zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fui un iluso".
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