La desembocadura del río Besòs se ha revelado como un refugio temporal para las aves migratorias, ofreciendo un espectáculo natural fascinante tras el reciente temporal que azotó la costa. Sobre la barra de arena esculpida nuevamente por las olas, aves limícolas como los correlimos tridáctilos y vuelvepiedras descansan en su largo viaje migratorio, convirtiendo este lugar en uno de los pocos refugios que encuentran en su trayecto.
Tras el aguacero, cuando los paseantes abandonan la costa y la lluvia limpia el aire, estas aves aprovechan para tomar un merecido descanso antes de continuar su vuelo hacia destinos desconocidos. Sin embargo, es crucial recordar que este rincón de la naturaleza debe permanecer fuera del alcance humano, siendo un lugar frágil y un pequeño oasis que merece ser respetado y protegido, proporcionando así la mejor oportunidad para observar las aves migratorias en su entorno natural.
El lugar ofrece una combinación única de condiciones que lo convierten en un sitio idóneo para el reposo de estas aves migratorias. Su potencial como oasis natural se revela especialmente en momentos como estos, tras la tormentas, cuando el peligro humano se disipa bajo el agua que cae del cielo. Sin paseantes ni mascotas merodeando, el entorno se transforma en un santuario silencioso, donde las aves pueden descansar sin perturbaciones.
Correlimos tridactilos, dos chorlitejos grande, vuelvepiedras,
Dos Charadrius hiaticula, Chorlitejo Grande y Arenaria interpres. Vuelvepiedras Común.
Tres Calidris alba. Correlimos tridáctilo. Territ tresdits. Sanderling.
- Todas las imágenes PacoTorres © del día 30.04.2024 en Sant Adrià de Besòs
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