Una investigación de la Escuela Mailman de Salud Pública (Mailman School of Public Health), concluye que las madres que sufren desnutrición en el embarazo, provocan un cambio en la expresión de los genes de los futuros bebés que se mantiene de por vida. Los expertos explican que consideran desnutrición o hambre, la ingesta de 900 o menos calorías diarias, partiendo de esta premisa, se analizó a través de muestras de sangre el genoma de 442 individuos de unos 59 años de edad, cuyas madres pasaron hambre cuando estaban embarazadas durante el invierno del año 1944-1945.
Los investigadores encontraron que las personas nacidas de madres que pasaron hambre durante las 10 primeras semanas del embarazo, sufrieron cambios en la metilación del ADN (característica común de la regulación epigenética de la expresión génica), lo que provocó cambios en los genes implicados en el crecimiento, desarrollo y metabolismo de los niños, cambios que aún estaban presentes cuando habían cumplido 59 años, por lo que se puede decir que la desnutrición en el embarazo tiene un impacto duradero en el bebé.
Los expertos explican que las 10 primeras semanas del embarazo son un periodo sensible a la metilación del ADN y especialmente al entorno prenatal, periodo en el que incluso una mujer puede no ser consciente de que está embarazada y que por tanto debe nutrirse correctamente.
Los resultados que se han obtenido proporcionan una evidencia adicional de que el periodo de gestación temprana es una etapa crítica en la que los factores epigenéticos, factores no genéticos que intervienen en el desarrollo de un organismo, como puede ser la contaminación ambiental o el hambre como es en este caso, afectan de forma significativa al genoma. Algunos genes pueden ser silenciados a causa de estos factores, pero las implicaciones funcionales de este descubrimiento necesitan nuevas investigaciones para determinar exactamente el mecanismo, su duración y si es posible invertir el proceso.
Otro dato que se ha constatado, las madres que pasaron hambre durante el primer trimestre del embarazo tuvieron hijos cuya mortalidad era un 10% más elevada a la edad de 63 años, en comparación con los hijos de madres que no habían sufrido desnutrición. Los expertos explican que no existe asociación entre el hambre o desnutrición de la madre con los cambios en el genoma del futuro bebé, de la semana 11 a la 20, de la 21 a la 30 o de la 31 hasta el parto, lo que determina que las 10 primeras semanas son las de mayor riesgo.
La desnutrición materna afecta a aquellos genes implicados en el crecimiento y el metabolismo, pero también a aquellos genes específicos que están relacionados con la obesidad o el procesamiento del colesterol, lo que incrementa el riesgo de que los niños sufran en edad adulta diferentes problemas de salud. La investigación es interesante y abre las puertas a nuevas investigaciones relacionadas con los cambios epigenéticos provocados durante la gestación.
Del estudio realizado por Mailman School of Public Health podéis conocer todos los detalles a través de este artículo publicado en la revista científica International Journal of Epidemiology.
Foto | george ruiz
Enlace permanente:
La desnutrición en el embarazo tiene un impacto duradero en el bebé