Revista Ciencia

La despensa de la jineta

Por Victorjhernandez
La despensa de la jineta
Ya con el otoño entrado, amarillas las hojas trémulas de los chopos, nos adentramos en territorio de una vieja conocida, la jineta que nos proporcionó algunas de las noches más inolvidables de nuestras andanzas por estas sierras.
La despensa de la jineta
Caminamos muy despacio, atentos al suelo, los sonidos, los olores... Rastreando con detalle cada recoveco de la arboleda.
La despensa de la jineta
Las uñas marcadas en la corteza delatan las querencias de la jineta. Los chopos cabeceros cuyos huecos elige como refugio diurno...¡Silencio! Debe estar ahí arriba ahora mismo, somnolienta en su encame de madera... Miramos a los pies, en la hueca abierta del chopo y...
La despensa de la jineta
...descubrimos los restos de su cena de anoche: un pito real, uno de los carpinteros que frecuentan el soto.
La despensa de la jineta
Atardece. Nos retiramos lentamente. El frío se impone ya sobre los campos. Reclaman locos los pinzones. Con las sombras saldrá de nuevo la jineta, horadando con su mirada la noche...

Volver a la Portada de Logo Paperblog