Revista Salud y Bienestar
La detección precoz de la insuficiencia renal es clave para controlar patologías asociadas, según nefrólogos
Por Fat
El diagnóstico precoz de la insuficiencia renal y una "correcta remisión" al nefrólogo son clave en el manejo de estos pacientes a la hora de mejorar su pronóstico y tratar algunas patologías asociadas, según han destacado diferentes especialistas durante el VI Seminario Galego de Estudios Renais, organizado por la Sociedad Gallega de Nefrología en Allariz (Ourense).
Como ha explicado el jefe del Servicio de Nefrología del Complexo Hospitalario de Ourense y coordinador de este encuentro, Alfonso Otero, además la afectación renal esta patología suele ir acompañada de lesión vascular precoz. De hecho, "será la enfermedad cardiovascular la mayor causa de morbi-mortalidad de los pacientes con enfermedad renal".
Este trastorno merma las funciones depurativas, metabólicas y endocrinas de los riñones, por lo que a medida que la enfermedad avanza, disminuye no sólo su función depurativa, sino también la función endocrinológica.
En este sentido, la disminución de síntesis de metabolitos activos de la vitamina D hace que se produzcan alteraciones óseas y vasculares y, por otra parte, la disminución de síntesis de eritropoyetina condiciona el desarrollo de anemia e hipertensión arterial, que a su vez colabora en el "empeoramiento" de la función renal e incrementa la patología cardiovascular.
Una vez que aparece, la pérdida de función renal es progresiva y con el avance de la enfermedad van apareciendo trastornos asociados. Tal como explica el doctor Francisco Valdés, también coordinador del encuentro y jefe del Servicio de Nefrología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, "la prioridad es parar la enfermedad que la originó, si es posible, y si los pacientes se quedan con algún grado de mal funcionamiento de riñón, intentar ralentizar su progresión".
Además, según añade Valdés, se debe controlar la dieta consumiendo pocas proteínas, mantener controlada la tensión arterial, añadir medicamentos renoprotectores y, si ya se han instaurado trastornos asociados, corregirlos.
-TRATAMIENTOS SUSTITUTIVOS
Por otro lado, los asistentes a este encuentro han recordado que cuando la pérdida de función renal es tal que los riñones no pueden continuar trabajando se hace necesario recurrir a tratamientos sustitutivas como diálisis y trasplante.
Esta intervención también ha sido motivo de debate en el seminario, pues se analizó especialmente en pacientes hiperinmunizados. Asimismo, los especialistas pusieron en común los avances en el tratamiento de la anemia renal y las novedades en el abordaje con agentes estimuladores de la eritropoyesis y otros avances en depuración extrarenal.
Como ha explicado el jefe del Servicio de Nefrología del Complexo Hospitalario de Ourense y coordinador de este encuentro, Alfonso Otero, además la afectación renal esta patología suele ir acompañada de lesión vascular precoz. De hecho, "será la enfermedad cardiovascular la mayor causa de morbi-mortalidad de los pacientes con enfermedad renal".
Este trastorno merma las funciones depurativas, metabólicas y endocrinas de los riñones, por lo que a medida que la enfermedad avanza, disminuye no sólo su función depurativa, sino también la función endocrinológica.
En este sentido, la disminución de síntesis de metabolitos activos de la vitamina D hace que se produzcan alteraciones óseas y vasculares y, por otra parte, la disminución de síntesis de eritropoyetina condiciona el desarrollo de anemia e hipertensión arterial, que a su vez colabora en el "empeoramiento" de la función renal e incrementa la patología cardiovascular.
Una vez que aparece, la pérdida de función renal es progresiva y con el avance de la enfermedad van apareciendo trastornos asociados. Tal como explica el doctor Francisco Valdés, también coordinador del encuentro y jefe del Servicio de Nefrología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, "la prioridad es parar la enfermedad que la originó, si es posible, y si los pacientes se quedan con algún grado de mal funcionamiento de riñón, intentar ralentizar su progresión".
Además, según añade Valdés, se debe controlar la dieta consumiendo pocas proteínas, mantener controlada la tensión arterial, añadir medicamentos renoprotectores y, si ya se han instaurado trastornos asociados, corregirlos.
-TRATAMIENTOS SUSTITUTIVOS
Por otro lado, los asistentes a este encuentro han recordado que cuando la pérdida de función renal es tal que los riñones no pueden continuar trabajando se hace necesario recurrir a tratamientos sustitutivas como diálisis y trasplante.
Esta intervención también ha sido motivo de debate en el seminario, pues se analizó especialmente en pacientes hiperinmunizados. Asimismo, los especialistas pusieron en común los avances en el tratamiento de la anemia renal y las novedades en el abordaje con agentes estimuladores de la eritropoyesis y otros avances en depuración extrarenal.
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