[7/10] La presentación de un libro sobre unos agentes del Mossad sirve a los protagonistas para revivir su misión de hace treinta años en el Berlín soviético: secuestrar a un cirujano nazi para llevarle a Israel y juzgarle por sus crímenes de guerra. Entonces, a mediados de los sesenta, Rachel, David y Stephen buscaban la verdad de lo ocurrido en el campo de Birkenau, mientras que ahora tratan de ajustar cuentas pendientes con el pasado y con su conciencia. Son las dos partes de un mismo cometido, entre el deber con su patria y el peso de un juramento de sangre, sometidos a la fuerza de la verdad y a la necesidad de sentirse libres. “La deuda” –remake de una película israelí del 2007– se inicia con dos escenas que impactan al espectador y que cargan de suspense y misterio una historia que no decrecerá en interés, incluso cuando parezca que ya se conoce lo sucedido.
John Madden sostiene la intriga con hábiles giros dramáticos y narrativos, mientras que dibuja a sus personajes de manera sutil y precisa, de forma que su comportamiento en el primer y segundo desenlace es coherente y se explica con su carácter. Son individuos que han sacrificado sus vidas por su país desde la juventud, que se han enfrentado de distinta manera a la verdad de Birkenau y a la de aquella nochevieja berlinesa de 1965, que han mantenido una lucha enconada consigo mismos durante las tres últimas décadas, que se debaten entre la justicia social y la venganza, entre la leyenda y la verdad. A pesar de alguna trampa de un guión que juega con lo sucedido en el pasado, cada personaje y cada subtrama –incluso la historia familiar que conoce la hija de Rachel– encuentran su justificación de fondo en unos personajes que luchan entre el honor, el amor y la mentira sobre la que han edificado sus vidas.
El plantel de actores es extraordinario, y el personaje de Rachel que encarnan Helen Mirren y una sorprendente Jessica Chastain tiene tanta fuerza que es suficiente para cargar las situaciones de intensidad dramática. Por su parte, Jesper Christensen logra imprimir perversidad y vileza a su personaje como doctor de la muerte en sus provocativas conversaciones con Rachel y David –un contenido y silencioso Sam Worthington– mientras le atienden en su secuestro. Además, Madden sabe relanzar la historia hacia el tiempo presente con un flash forward enigmático y un flash back engañoso, para ceder las riendas de la historia a Helen Mirren en el último tercio de la cinta y dar calado a todos los personajes… ante la imposibilidad de vivir con la mentira.
Buen ritmo y montaje fluido para una historia en dos tiempos en que la verdad lucha por salir a flote, a pesar de los muros construidos por el hombre, de las leyendas editadas en papel impreso, y de las investigaciones periodísticas oportunistas (es interesante lo sucedido en el hospital de Ucrania, entre el doctor que se traiciona y su confidente impostor). Al final, la conciencia, la realidad o el propio orgullo terminan por hacer que la mentira haga caer el muro de una negra pesadilla construida por la ausencia de moral. Un thriller entretenido, ágil y emocionante, con personajes bien perfilados en su hondura dramática y sin excesivas concesiones a la galería, ideal para los amantes de las historias humanas con trasfondo histórico.
Calificación: 7/10
En las imágenes: Fotogramas de “La deuda”, película distribuida en España por Universal Pictures International Spain © 2010 Universal Pictures, Focus Features y Marv Films. Todos los derechos reservados.