A finales del siglo XX la deuda externa era uno de los principales factores que mantenían a la población en la pobreza y el hambre. Las elevadas deudas externas en un país, implican que se debe restar dinero destinado a la agricultura y otros sectores esenciales para devolver la deuda. Es algo que afecta gravemente a los países africanos.
La deuda del Tercer Mundo pasó de 9 millardos de dólares (9.000 millones) en 1955 a 572 (572.000 millones) en 1980 y superó los 2.200 (2.200.000 millones) en 1998. Satisfacer esas deudas -pago de intereses y capital- costó a los países en desarrollo más de 200 millardos (200.000 millones) de dólares anuales, cuatro veces más de lo que reciben en ayudas para el desarrollo. El dinero lo deben a países occidentales, agencias de ayuda internacionales, el FMI y bancos. Más de 50 países, en su mayoría africanos, arrastran pesadas deudas y la deuda externa del África subsahariana triplica sus exportaciones anuales.
Fuente: EL COMERCIO DEL HAMBRE (JOHN MADELEY)