En personas con diabetes, uno de dos componentes de este sistema falla:
- el páncreas no produce, o produce poca insulina (Tipo I), o
- las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce (Tipo II).
Hay dos tipos principales de diabetes. Al tipo I, dependiente de la insulina, a veces se le llama diabetes juvenil, porque normalmente comienza durante la infancia (aunque también puede ocurrir en adultos). Como el cuerpo no produce insulina, personas con diabetes del tipo I deben inyectarse insulina para poder vivir.
En el tipo II, que surge en adultos, el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien, no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce. La insulina no puede escoltar a la glucosa al interior de las células.
También debemos recordar la diabetes gestacional (ocurre durante el embarazo), la cual es reconocida por la OMS como un tercer tipo.
Los posibles síntomas abarcan:
- Dolor abdominal
- Ausencia de la menstruación
- Fatiga
- Aumento de la sed (polidipsia)
- Abundante orina (poliuria)
- Aumento del apetito (polifagia)
- Náuseas
- Vómitos
- Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito
Las complicaciones más comunes de estas patologías son:
- Agudas (se dan en el corto plazo): hipoglucemia (disminución brusca del nivel de azúcar en sangre, consecuencia de ejercicio físico no habitual o sobreesfuerzo, sobredosis de insulina, cambio en el lugar habitual de inyección, ingesta insuficiente de hidratos de carbono, diarreas o vómitos, etc.), coma diabético (comprende dos entidades clínicas: la cetoacidosis diabética -más común en tipo 1- y el coma hiperosmolar no cetósico -más común en tipo 2-, ambos tiene en común la elevación de la osmolaridad, resultado de niveles de glucemia muy elevada. La elevada osmolaridad sanguínea provoca diuresis osmótica y deshidratación, la cual pone en peligro la vida del paciente).
- Crónicas (se dan en el largo plazo): retinopatía (complicación ocular que puede terminar en ceguera), neuropatía (complicaciones neurológicas), cardiopatías, renopatías (problemas en el funcionamiento de los riñones que puede terminar con insuficiencia renal).
En el año 2000, se estimó que alrededor de 171 millones de personas eran diabéticos en el mundo y que llegarán a 370 millones en 2030.
El tratamiento cursa con 3 pilares fundamentales:
- La alimentación: la cual debe ser equilibrada, con 50-60% de carbohidratos (cereales y derivados integrales, vegetales y frutas frescas, legumbres, semillas; disminuyendo golosinas, gaseosas comunes, pastas, arroz blanco, pan, etc.), 10-15% de proteínas (carnes magras, pescados, huevo, lacteos descremados) y 20-30% de grasas (aceites vegetales crudos, semillas y frutos secos; evitando grasas saturadas como manteca, margarinas, crema). Hay que comer cada 3 a 4 horas (alimentación fraccionada) ya que de esta manera se evitan las hipoglucemias, los horarios deben ajustarse a la acción de los medicamentos para el tratamiento de la diabetes, sean estos hipoglicemiantes orales como son las tabletas o la acción de la insulina inyectada.
- Medicación: tratamiento sustitutivo de insulina o análogos (que deben inyectarse varias veces al día), o bien, un tratamiento con antidiabéticos orales. La primera opción es para los diabeticos tipo 1 (y 2 descompensados), la segunda es suficiente para los tipo 2.
- El ejercicio: es otra cosa muy importante en el tratamiento de la diabetes. Primero de todo porque en la mayoría de casos de diabetes, la persona debe bajar un poco de kilos y el ejercicio es muy importante en este procedimiento. El ejercicio también afecta los niveles de insulina que produce el cuerpo.
Ante la duda, consulte con un profesional idoneo en el tema, el diagnostico se confirma con la medición de la glucemia en ayunas (valores mayor que, o igual a 126 mg/dl lo confirma), casual (tomada a cualquier hora del día, más de, o igual a 200 mg/dl, lo confirma) o examen oral de la tolerancia a la glucosa (mayor que, o igual a 200 mg/dl cuando se mide en un intervalo de dos horas también lo confirma).