Algunos pueden decir que estas enfermedades no llegaban a desarrollarse porque las personas morían muy jóvenes, pero lo cierto es que en la actualidad tenemos jóvenes y chicos que de forma cada vez más temprana tienen problemas con el peso, tienen hipertensión arterial, resistencia a la insulina y el famoso combo llamado sindrome metabólico. En los jovenes del paleolíco no existían estas dolencias, por eso se merece un analísis especial la dieta que llevaban.
Los hombres del paleolítico consumían carnes provenientes del ciervo, el alce, el bisonte, el mamut y el caballo. Estos alimentos contenían un elevado contenido de proteínas de excelente calidad y un bajo contenido graso, aunque el mismo contenido de colesterol que las carnes que consumimos actualmente. También incorporaban legumbres, frutas secas, flores, frutas y semillas. Consiguiendo con todos estos alimentos una dieta rica en proteínas de alto valor biológico, rica en hierro de alta disponibilidad, vitamina B12 y folatos.
Con este gráfico les muestro las diferencias en la composición de las dietas:
Dieta del PALEOLÍTICO Dieta ACTUAL
CARNE 750 gr por día 250 gr por dia
VERDURAS 1.520 gr por día Menos de 400 gr por día
Energía proveniente de Proteínas
(carnes) 34 % 12%
Energía proveniente de carbohidratos
(cereales, legumbres, tubérculos, semillas) 45% 46%
Energía proveniente de las grasas 21% 42%
COLESTEROL 559 Mg por día 600 mg por día
Fibra dietética 46 mg por día 20 mg por día
SODIO (sal) 666 mg por día 4.600 mg por día
Vitamina C 408 mg por día 88 mg por día
Si analizamos cada item nos llevaremos varias sorpresas. Como verán los hombres de la prehistoria consumian hasta 750 gr de carne al día. Pero es la misma carne que ahora??? No, no es la misma. Eran animales salvajes que tenían mejor perfil graso que los animales que consumimos actualmente. Nosotros comemos animales que tienen una crianza selectiva que busca que sus carnes sean más tiernas, esto se logra engordando al ganado rápidamente con alimento balanceado y en condiciones intensivas. Y esto mismo se ve reflejado en la cantidad total de grasa que consumimos actualmente, sumado por supuesto al ingreso de alimentos que antes no existían como los snack, los panificados con agregado de grasa, las golosinas, etc.
El bajo contenido de sodio que tenían, sumado al elevado contenido de potasio proveniente de los vegetales y frutas frescas, fue también responsable de los bajos niveles de tensión arterial que tenían las personas durante el paleolítico. Los estudios realizados en restos arqueológicos pudieron determinar que el hombre del paleolítico tenía valores de tensión arterial de 110-70, siendo el promedio de la población actual de 140-80. Esto es también responsabilidad de los productos industrializados que abundan en nuestra dieta y era nula en la de ellos.
Por otra parte es importante destacar que el hombre del paleolítico tenía concentraciones de colesterol de 122 mg/dl, a pesar del consumo elevado de colesterol. Esto se debe a la elevada concentración de ácidos grasos poliinsaturados en los animales salvajes, el aporte de grasas monoinsaturadas de los frutos secos (nueces, almendras) y básicamente es coherente con todo lo que NO consumían y si consumimos en la actualidad. Hoy, el valor promedio de colesterol ronda los 228 mg/dl y esto responde a el elevado consumo de grasas totales y grasas trans. Recordemos que las grasas trans son ácidos grasos que han sido solidificados por medio de un proceso de hidrogenación y actualmente se sabe que aumentan más el colesterol de la sangre que el mismo colesterol proveniente de los alimentos. Estos ácidos grasos trans se encuentran en panificados, tartas, barritas de cereal, galletitas dulces y saladas, golosinas, etc.
Ahora bien, para que nos sirve esta comparación?
Según mi punto de vista, la dieta del paleolítico debería ser un punto de referencia a partir del cual prevenir las actuales enfermedades crónicas. De aqui derivan los siguientes consejos:
- Tratemos de elegir siempre cortes de carne magros. No alcanza con solo retirar la grasa visible ya que algunos cortes contienen elevada cantidad de grasa interna (entre las fibras musculares) como el vacío, la tapa de asado, la tira de asado y las costillitas.
- Aumentemos el consumo de pescados para aportarle al organismo grasas buenas como los omega 3.
- Aumentemos el consumo de verduras crudas o cocidas. Todas nuestras comidas deberían tener verduras de guarnición. El elevado aporte de fibra contribuye a la salud de la flora intestinal, previene la constipación y reduce los riesgos de cancer de colon.
- Elijamos los cereales integrales y limitemos las harinas refinadas. Como pan, galletitas, pizzas, pastas.
- Incorporemos a nuestra alimentación frutas secas y semillas. Aportan gran cantidad de antioxidantes, minerales, vitaminas y ácidos grasos monoinsaturados (saludables).
- Reduzcamos el consumo de SAL. Además de la sal de mesa deberíamos restringir los alimentos salados. Entre ellos encontramos todos los fiambres, embutidos, enlatados o conservas en salmuera (aceitunas), caldos y sopas comprados, productos de panificación (pan, facturas, galletitas, etc), snacks (maníes salados, papas fritas, chizitos, palitos salados).
- Reduzcamos el consumo total de azúcar y alimentos que la contienen, como gaseosas, helados, golosinas, etc.
- Aumentemos la actividad física programada o espontánea. Todo sirve, no es necesario ir al gimnasio ni ocupar grandes espacios de tiempo en esto. Se trata simplemente de hacer nuestra vida más activa, caminar más para hacer trámites, subir escaleras, bailar, etc.