En muchas ocasiones hemos hablado de la importancia de la dieta materna, uno de los pilares que contribuyen al correcto desarrollo y buen estado de salud de los bebés. Son muchos los especialistas que aconsejan planificar el embarazo y preparar el cuerpo antes de la concepción, disfrutar de una dieta sana y equilibrada, evitar los hábitos nocivos, realizar ejercicio físico regular, etc. Del mismo modo recomiendan que durante el embarazo y tras el parto se sigan las pautas indicadas.
Ricardo Uauy, profesor de nutrición de salud pública en el Instituto de Nutrición de la Universidad de Chile, habló de la importancia de determinados factores ambientales como la dieta, durante una conferencia en la Fundación Británica de Nutrición. El experto explicó que la alimentación de la madre es un factor epigenético. La epigenética es aquel conjunto de factores no genéticos que intervienen en el organismo y que pueden provocar modificaciones en el ADN, estos cambios pueden ser heredados por los bebés y podrían derivar en el riesgo de sufrir enfermedades u otras complicaciones de salud.
El experto explica que la dieta materna condiciona la salud de los hijos, el entorno del feto y el lactante está determinado por la nutrición de la madre y determina las patologías que podrían sufrir los niños a lo largo de la vida. La deficiencia de una vitamina, mineral u otro tipo de nutriente deriva en problemas que afectan directamente a los hijos. Un ejemplo bastante evidente es la deficiencia de ácido fólico, incrementa significativamente el riesgo de que el bebé desarrolle defectos del tubo neural o espina bífida. Otro ejemplo más, la deficiencia de yodo puede provocar alteraciones del desarrollo cerebral de los futuros bebés.
Son muchos los ejemplos que se pueden citar y mucha la información que muestra lo importante que es y cómo afecta la dieta de una mujer en la descendencia en todos los sentidos, desarrollo, crecimiento, eficacia del sistema inmunológico, cociente intelectual de los niños… Quizá sería necesario trabajar más para que las mujeres que quieren ser madres comprendan lo importante que es seguir una dieta y un estilo de vida saludables, son aspectos de los que depende la calidad de vida de los futuros hijos.
Aquí nos explican que mejorar la nutrición de las adolescentes y mujeres jóvenes es uno de los retos de futuro, como decíamos, hay que preparar el cuerpo con tiempo para que se pueda gestar correctamente al bebé. La nutrición debe ser la correcta para garantizar que el organismo recibe todos los nutrientes que necesita antes, durante y tras el embarazo (en el caso de las madres lactantes), los niños se desarrollarán correctamente reduciendo el riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad, retraso en el crecimiento o en la capacidad intelectual, etc.
Lo cierto es que es una tarea complicada, la alimentación saludable parece ser algo difícil de seguir, en los países desarrollados muchas mujeres y la población en general, optan por las comidas preparadas, se abusa de las comidas rápidas y no se realiza un estilo de vida adecuado, por lo que el riesgo de que los niños tengan una peor calidad de vida es elevado. En definitiva, la dieta de las mujeres antes y durante el embarazo puede tener un profundo efecto en la salud de sus hijos en la edad adulta, esto es algo que se debería explicar incluso en la escuela.
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