El LSD fue sintetizado por primera vez el 16 de Noviembre de 1938 en los laboratorios Sandoz de Basiela (Suiza) durante la búsqueda de aplicaciones medicinales de determinadas sustancias presentes en el hongo Claviceps purpurea. Inicialmente se pensó en el LSD como un analéptico (un psicofármaco), pero ningún experimento en animales confirmó esta teoría. En 1943 Hoffman volvió a trabajar en el LSD, y fue entonces cuando, accidentalmente, tocó un poco del producto con los dedos. Inmediatamente comenzó a sentirse mal, así que se fue a su casa. Allí empezó a sentir un estado de “embiraguez no desagradable” y comenzó a alucinar. Tres días después tomó una dosis mucho mayor (a propósito) que le obligó a llamar al médico, el cual sólo pudo encontrar como síntoma la extremada dilatación de las pupilas.
Pupilas dilatadas por el efecto del LSD
Actualmente el LSD es una droga ilegal, cuyo uso para tratamiento médico no está permitido. No obstante, es una droga bastante atípica, ya que ni provoca adicción (debido a una gran rapidez del organismo para desarrollar tolerancia al fármaco) ni da lugar a “resaca”.Químicamente hablando, el LSD es una amida secundaria, que presenta además deslocalización por resonancia, con lo que será una molécula muy estable. Es un sólido blanco, soluble en disolventes orgánicos pero insoluble en agua.