William L. Craig es uno de los defensores de que el universo ha sido diseñado. En mi libro, “El diseño inteligente ¡vaya timo!” dedico algo de espacio al argumento kalam que él mismo ha defendido en sus obras.
Recientemente, en un número de la revista Philosophy Now dedicado a Dios, ha aparecido un artículo de Craig donde da ocho razones para creer en Dios. En una de ellas, el señor Craig dice basarse en los trabajos de los cosmólogos y matemático Vilenkin, Guth y Borde. Según él, en el teorema que presentan en su trabajo Inflationary spacetimes are not past-complete(1) se defiende que el universo tuvo que tener un principio. Lo primero que cabe decir es que el señor Craig no parece haber entendido dicho artículo. El propio Vilenkin, en una correspondencia mantenida con el físico Victor Stenger(2), niega que eso sea lo que su teorema dice. Según Vilenkin lo que dice su trabajo es que el universo tuvo que empezar a expandirse en algún momento determinado del pasado. Como se puede apreciar, eso es algo muy distinto a que el universo haya tenido un principio. Es más, ante la pregunta directa de si su teorema demuestra que el universo debió haber tenido un principio, Vilenkin responde categóricamente(2):
No. Pero demuestra que la expansión del universo sí debió tener un principio. Puedes evadir el resultado del teorema si postulas un universo que estuvo en contracción en un tiempo anterior.
Por lo tanto, estamos una vez más ante una argumentación pseudocientífica, se dice que la ciencia dice determinada cosa cuando en realidad no es así. No obstante, supongamos por un momento que Craig estaba en lo cierto. Entonces caben varias críticas a su postura. Por un lado, que algo tenga un principio, entendido como que empezó a existir en algún determinado momento del pasado, no implica que tenga que haber sido creado. Esto es un error muy extendido, se confunde el tener un principio, un origen, con el haber sido creado, se tratan ambos conceptos como casi sinónimos cuando en realidad no los son.
Aun así, concedamos también que el hecho de tener un principio es porque fue creado. En este punto Craig da una vuelta de tuerca más y afirma que la causa del universo, el ente creador del universo, debe ser un ser transcendental, inmaterial, una mente descarnada. Craig argumenta como sigue(3):
La causa del universo físico debe ser un ser inmaterial. Ahora, solo hay dos tipos de cosas inmateriales que podrían encajar en esa descripción: o un objeto abstracto como los números, o una mente descarnada. Pero los objetos abstractos no entran en relaciones causales con los objetos físicos. El número 7, por ejemplo, no tiene efecto sobre nada. Por lo tanto la causa del universo es una mente descarnada. Así de nuevo no solo nos vemos conducidos a una causa transcendente del universo sino a su Creador Personal.
Este tipo de argumentación, por llamarlo así, cae dentro de lo que he llamado el problema de la información(4). De forma resumida, la información, para ser almacenada, transmitida o para hacer algo con ella, necesita sí o sí de un soporte físico, por lo tanto una mente descarnada no puede almacenar ni tener información, y por lo tanto es imposible que sepa como hacer el universo pues por su propia naturaleza no puede contener nada de información.
Por otro lado, hablar de mentes descarnadas carece de sentido. La mente, con el conocimiento actual en la mano es algo que esta ligado al cerebro, es el producto del cerebro, cualquier neurólogo dirá esto, y esto es extensible no solo a la mente humana, sino a la mente o proponentes que pueden tener otros animales. Hablar de mente descarnada no es que sea una concepción falsa, es que es peor aún, ni siquiera parece tener sentido.
Otro problema añadido es que el señor Craig no explica como es que lo no-físico, lo inmaterial, puede actuar sobre lo material, sencillamente esto parece ser imposible, solo lo físico puede actuar sobre lo físico.
Por último, cabe señalar que el señor Craig tiene un problema filosófico tremendo y que parece obviar. Y es que el concepto de causa no tiene sentido aplicarlo como él lo hace. El concepto de causa es un concepto que tiene que ver con lo físico. Cuando hablamos de la causa de algo, estamos hablando de un evento que sucede en el tiempo y que tiene una determinada duración y que tiene como consecuencia, o al menos hasta ahora siempre ha tenido, otro evento determinado. ¿Cómo sacar el concepto de causa que es físico y aplicarlo en sentido metafísico? Afirmar que un ser inmaterial y transcendental es la causa del universo, es decir que ese ser llevó a cabo un acto creador. Un acto, una vez más, es algo que sucede en el tiempo y que tiene una duración determinada, algo que por la propia naturaleza del ser transcendente no puede ser, pues estaría fuera de todo espacio y tiempo. Así pues, lo que se está haciendo es despojar de la dimensión temporal al concepto de causa, y por lo tanto nos quedamos con un sin sentido. El concepto de causa no puede entenderse fuera del tiempo, por lo tanto decir que "un ser divino, inmaterial y transcendente ha creado el universo", es como la frase "el coche desayunó un tazón de cereales", que serán gramaticalmente correctas, pero no es que sean falsas, es que, como ya he afirmado más arriba, es mucho peor, ni siquiera tiene sentido.
Para pensar más: (1) Inflationary spacetimes are not past-complete (2) The fallacy of fine-tunning (3) Does God exits? (4) El diseño inteligente ¡vaya timo!