No os podéis imaginar mi estupor cuando comenzó la noticia, en horario nacional. Del estupor pasé a la incredulidad; de ahí a la indignación; y terminé con una frustración aguda a medida que la periodista acababa de "informar" con su voz de locutora. El hecho de que fuera el noticiario de Radio Televisión Española, el que ve todo el mundo, crispó mis nervios. ¿Cómo se puede hablar con tamaña seguridad y tono? ¿Es que nadie se dio cuenta de la irresponsabilidad que supone? Hablo, ni más ni menos, de la noticia sobre la primera sentencia de invalidez otorgada a una persona por sufrir del supuesto síndrome de electrosensibilidad . Desde que acabó, hasta el momento, no he podido parar de pensar en escribir este texto.
Pongámonos en harina
Hagamos resumen, para los que no lo sepan. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha concedido una paga por incapacidad a un ingeniero de telecomunicaciones, antiguo trabajador de Ericsson, que asegura padecer de síndrome de electrosensibilidad o hipersensibilidad electromagnética. Dicho síndrome, según explican sus defensores, se caracteriza por una serie de efectos como dolores de cabeza, mareos, fallos de memoria, insomnio y otros síntomas que achacan a las ondas de telefonía y de WiFi, las líneas de alta tensión... Pero, las cosas por delante, esta supuesta enfermedad si bien afecta a los que la padecen, no parece tener su causa en las razones a las que aducen.
No existe ni tan siquiera una evidencia científica que nos haga sospechar de las supuestas causas
En otras palabras, por supuesto que es una enfermedad. ¿Pero tiene su origen realmente en las ondas electromagnéticas? No existe alguna hasta la fecha que así lo indique. Es más, no existe ni tan siquiera una evidencia científica que nos haga sospechar de que esto es así. Aún más lejos, existen numerosas evidencias científicas que nos hacen sospechar que no puede existir una enfermedad con estas características. Por ejemplo, es curioso que solo afecten ciertos tipos de exposiciones, cuando otras ondas de características similares, pero desconocidas por los pacientes, no les afectan.
¿Entonces? A todas luces y según los estudios, el síndrome de electrosensibilidad parece tener su origen, más bien, en nuestra mente. Aunque actualmente no está diagnosticado en ningún manual de psiquiatría clínica, las pistas apuntan a una complicada enfermedad psicosomática. Es más, varios han puesto de manifiesto su naturaleza meramente psicológica y no fisiológica. Esta es la razón por la cual se suele decir que el síndrome de electrosensibilidad no existe. No es que no exista. Es que no es producido por ondas electromagnéticas ni nada parecido, según la evidencia científica.
El crimen contra la humanidad
Todo esto no dejaría de quedarse en lo anecdótico si no fuera por un detalle importante. A pesar de lo que dice la comunidad científica, incluyendo la OMS, en Radio Televisión Española no han dudado ni un solo momento en "informar" a la población de la primera sentencia judicial protegiendo a un afectado por el síndrome de electrosensibilidad. Por otra parte, el error parece haber sido cometido por más implicados. Por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia. ¿Cómo pueden fallar a favor de esta persona si no existen evidencias científicas? No voy a entrar en este tema, pues mi compañera Ángela Bernardo ha hecho un exquisito análisis al respecto y yo no voy a tratar de estropearlo. Aquí os lo dejo para que lo leáis, pues merece la pena. En muy resumidas cuentas, es un error de catalogación. Pero volvamos al tema. El verdadero crimen lo cometen, de nuevo, los medios de comunicación.
Hace ya tiempo que me han advertido una y otra vez: "Santi, no dispares contra los medios"; "Estás siendo muy generalista"; "Todavía queda mucho que aprender, no puedes acusar a todos los medios por igual". Bien, señores periodistas. Si tanta ética tienen, escucharán lo que tengo que decir; pues el que más y el que menos, comete el mismo error; yo el primero. La falta de rigor. Especialmente cuando hablamos de temas de salud y ciencia. Y esto, a veces, señores míos, es un crimen contra la humanidad. Un crimen que le costará a la gente dinero y salud. Y todo por culpa de no contrastar adecuadamente la información. El crimen de la desinformación.
La denuncia
En uno de los estudios enlazados más arriba se estudió un fenómeno muy curioso: cuanto más se habla de la electrosensibilidad, más se acentúan los síntomas y más pacientes aparecen. Bien, pues eso mismo es lo que probablemente haya conseguido Radio Televisión Española al dar la noticia tan sumamente desinformante: le está provocando un perjuicio directo a la sociedad. Pero, ¿qué han hecho mal? Como ya he comentado, no contrastar. En la información aportada se tiene la sentencia como poseedora de la verdad. Y en cierto sentido, es así. Es una sentencia judicial que crea jurisprudencia. Pero eso no implica, de ninguna de las maneras, que esta tenga validez alguna en salud. La ley no cambia los hechos naturales, por mucho que nos empeñemos. Pero si nuestra actitud hacia las cosas.
El que la sentencia haya fallado no implica que la enfermedad tenga sus causas en lo que dice que las tiene. Solo implica que hay algo no funciona como debería. Sin embargo, al pasar por el noticiario en horario de máxima audiencia y de alcance nacional, esa noticia se convierte instantáneamente en un hecho, un conocimiento , en la mente social. Ya no hay vuelta atrás. Es muy difícil hacer entender a la sociedad que existe un fallo meramente administrativo tras la sentencia. A partir de la noticia, el síndrome de electrosensibilidad tiene más peso y credibilidad, con todas las consecuencias. ¿Y cuales son esas consecuencias? Que las personas afectadas realmente por el síndrome de electrosensibilidad ahora lo tienen más difícil para saber realmente qué les pasa (y por tanto, curarse). Es más, probablemente, como hemos visto, ahora aparecerán nuevos síntomas y nuevos afectados.
En el momento en el que en la sentencia se alude "una alergia inespecífica"... algo falla
La culpa la tiene, de nuevo, la irresponsabilidad de los medios de comunicación que no han sido capaces de analizar correctamente un hecho. Tal vez es por la especialización o por la fuerte carga científica tras el mismo. Puede que haya sido una confusión por parte del periodista o simplemente un trabajo de información negligente. Pero en el momento en el que en la sentencia se alude a "una alergia inespecífica" al periodista debería haberle picado la curiosidad. -Vamos a preguntarle a un experto-, pensaría. Y entonces, tras consultar, se daría cuenta de que algo falla tras esta enfermedad. Así, podría haberse informado adecuadamente, explicando a la sociedad qué es en realidad el síndrome de electrosensibilidad y cuál es su ladina procedencia, según lo que sabemos. Y no creando un alarmismo infundado que solo traerá más y más dolores de cabeza. Todo por no informarse adecuadamente. Muy bien, periodista, muy bien. Gracias por meter gol en propia portería.
Si fuera yo el responsable emitiría una nota de prensa rectificando y poniendo sobre la mesa los conocimientos y la posición científica al respecto. También anotaría que aún así, la sentencia ha sido firme. Si quisiera currármelo, mandaría a un periodista a investigar la cuestión de la sentencia con juristas especializados. En cualquier caso, creo que este es un gran ejemplo de por qué ciertos temas solo deberían ser tratados por especialistas (léase, periodistas científicos)