Para demostrar que Red Bull sí da alas, la agencia Loducca Brazil colocó una máquina expendedora de la bebida energética en la mismísima puerta de la planta baja de un ascensor, con el propósito de que las personas que bajaban, pidiesen su Red Bull a la vending, y a continuación, tuvieran que salir del mismo subiendo de planta. Quizá Red Bull no de alas, pero un poco de ejercicio nunca viene mal.
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