Revista 100% Verde

La energía gana: baterías, transformación digital y talento, claves de la transición energética

Por Ecointeligencia @ecointeligencia

Vivimos un momento clave de la transición energética. El abandono de modelos basados en combustibles fósiles a favor de los basados en fuentes limpias y renovables ya no es una opción ideológica, sino una imperiosa necesidad económica y climática.

La energía gana cuando las baterías, la digitalización y el talento impulsan de manera decidida la tan necesaria transición energética

Durante años, el sector de las energías renovables se percibió como un nicho subsidiado, pero hoy se ha transformado en un mercado competitivo y dinámico, y con un claro recorrido a largo plazo, atrayendo tanto talento joven como experimentados profesionales que buscan un giro en sus carreras.

Este nuevo paradigma se cimienta sobre una aceleración tecnológica sin precedentes y una sofisticación en los perfiles profesionales que están redefiniendo qué significa generar, almacenar y consumir energía.

España, en particular, se encuentra en una posición privilegiada, ofreciendo uno de los costes nivelados de generación más competitivos de Europa. Lejos de ser un destino final, la sostenibilidad es la hoja de ruta que está forjando un futuro más limpio, eficiente y electrificado.

1. La revolución tecnológica: de la generación masiva al almacenamiento inteligente

Las tendencias tecnológicas que marcan el futuro están centradas en solucionar el desafío de la intermitencia y en descarbonizar los sectores más difíciles, como el transporte y la industria.

1.1 Baterías y almacenamiento: el corazón de la nueva red

El almacenamiento es la tendencia tecnológica número uno y un campo de inversión ineludible.

Las baterías se han vuelto increíblemente competitivas gracias a una bajada de costes superior incluso a la que experimentó la tecnología fotovoltaica en la década de 2010.

  • Oportunidad y necesidad: El boom de la instalación solar en España y otros mercados ha provocado la canibalización de precios en ciertas horas del día, haciendo que la energía solar sea menos rentable en esos picos. Las baterías, impulsadas por el soporte a la red eléctrica y por el vector del coche eléctrico, son vitales para contrarrestar este efecto y asegurar la viabilidad económica de las plantas renovables.
  • Innovación en almacenamiento: Complementando a las baterías químicas, emerge la tecnología de almacenamiento térmico en sales, desarrollada a partir de la energía termosolar. Esta acumulación en sales permite generar electricidad durante largas duraciones, llegando a funcionar hasta 12 o 14 horas después del ocaso, ofreciendo un suministro constante o carga base.

1.2 Vehículo eléctrico: la transformación del transporte

El vehículo eléctrico (VE) es considerado la gran transformación en el modelo de transporte.

Es significativamente más eficiente, consume menos energía equivalente que un vehículo de combustión y ofrece claras ventajas como la ausencia de contaminación y ruido. Además, permite a los usuarios que tienen paneles propios consumir su propia electricidad.

A pesar de sus ventajas, su implementación en España enfrenta retos, como el precio superior respecto a los vehículos de combustión, algo que ya no ocurre en mercados como China.

Un punto clave es la ausencia de un mercado potente de vehículos eléctricos de ocasión (segunda mano), que es crucial para la adopción masiva en un país con tendencia al mercado de ocasión.

El reto también se centra en la recarga en grandes ciudades verticales, donde el acceso a aparcamiento propio es limitado, aunque esto afecta más a la corta distancia que a la larga.

1.3 Eólica offshore y termosolar industrial: descarbonización a gran escala

La eólica offshore (marina) ofrece un enorme potencial para generar un gran volumen de electricidad a costes competitivos, especialmente en mercados del norte de Europa (Reino Unido, Dinamarca).

Su principal fortaleza es un factor de capacidad mucho más alto (40-60% de las horas) que la eólica terrestre (30-40%).

Por otro lado, la solar térmica para procesos industriales se enfoca en la descarbonización de la industria, generando calor de hasta 500 grados Celsius para procesos que tradicionalmente dependen del gas natural o hidrocarburos.

Esta tecnología es competitiva con los costes actuales del gas y resulta fundamental para avanzar en la transición más allá de la red eléctrica.

1.4 Hidrógeno verde y biocombustibles

El biogás y la biomasa son considerados las fuentes gestionables más cercanas para el suministro constante de energía (carga base).

El hidrógeno verde, aunque todavía genera escepticismo sobre la madurez y los costes de su tecnología actual, es una solución que se considera tarde o temprano necesaria para la transición energética.

2. El nuevo ecosistema de la demanda: data centers e inteligencia artificial

Dos factores disruptivos están cambiando rápidamente la demanda energética: los centros de datos y la inteligencia artificial (IA).

Los centros de datos han surgido como una tendencia significativa, demandando energía de forma acelerada

En España, la demanda potencial de data centers podría incluso superar las previsiones de demanda del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030, un objetivo que hasta hace poco se consideraba excesivo. Esta explosiva demanda obliga a la red a sofisticar su gestión.

La IA, por su parte, se está aplicando a todo el panorama energético, permitiendo un manejo más inteligente y eficiente de la oferta y la demanda, algo crucial en un mercado donde la diversificación se vuelve compleja.

Ejemplo de energías renovables en DinamarcaSONY DSC

3. La transformación del talento: el pionero y el especialista

El sector energético renovable se ha consolidado como un polo de atracción de talento. La percepción de ser un sector con recorrido y en el que se paga bien (por encima de la media española y de forma competitiva con Europa) han elevado su atractivo.

3.1 Lateralidad y transferencia de habilidades

Una de las tendencias más notables es la transfusión de profesionales desde sectores tradicionales como el gas o los hidrocarburos hacia áreas innovadoras como el hidrógeno verde o el biogás.

Cuando las empresas deciden crear nuevas divisiones tecnológicas (por ejemplo, el biometano), necesitan activamente atraer personas con conocimiento específico de otros sectores, ya que los nuevos egresados carecen de la experiencia necesaria.

Incluso, en un esfuerzo por enriquecer el sector, algunas empresas buscan activamente candidatos que no provengan de la industria energética. Los perfiles que mejor han funcionado en esta transferencia lateral han sido los financieros y los de ingeniería.

3.2 La sofisticación de la formación

La demanda de formación generalista está disminuyendo, siendo reemplazada por una necesidad creciente de formación especializada.

Esto es especialmente visible en la necesidad de programas de corta duración para profesionales con mucha experiencia que buscan reciclarse rápidamente en tecnologías como baterías, hidrógeno o reactores pequeños nucleares (SMR).

Este cambio refleja la madurez del sector: mientras en la etapa startup (empresa emergente) valía cualquier perfil dispuesto a arriesgar, en la etapa de consolidación se requiere gente altamente especializada, por ejemplo, que solamente sepa de gestión financiera para plantas fotovoltaicas.

3.3 España como eje de talento global

El profesional español en el extranjero ha demostrado ser un pionero, superviviente y adaptable, con un background técnico sólido y ambición por aprender de negocios en nuevos mercados (África, América Latina).

En la actualidad, esta dinámica está generando que muchas empresas europeas (Inglaterra, Francia o Alemania) han elegido España como su centro de operaciones para Europa y América Latina, dada la facilidad de encontrar talento cualificado y competitivo.

4. Riesgos y desafíos para una transición sólida

Aunque el panorama es mayoritariamente positivo, existen riesgos que deben ser gestionados para asegurar una transición energética fluida y justa.

4.1 Riesgo geopolítico y dependencia

Existe una dependencia excesiva de China en la fabricación de insumos clave, tanto paneles fotovoltaicos como baterías.

Europa debe fomentar una industria de apoyo propia para ganar independencia y evitar los problemas de suministro y vulnerabilidad vistos durante la pandemia, cuando la dependencia de insumos externos se hizo evidente.

4.2 El desafío de la licencia social

Un riesgo creciente es la oposición social local, conocida como la licencia social. A pesar de que las renovables tienen un impacto macroeconómico y ambiental menor, hay rechazo en ciertas zonas rurales en España hacia proyectos (parques eólicos en Galicia, o el caso de la oposición a parques de baterías stand-alone en Asturias).

Este rechazo se debe a la falta de diálogo con las poblaciones locales y la propagación de desinformación (fake news y bulos), que a menudo no están basados en datos científicos, pero generan miedo y aversión.

Para superarlo, el sector debe cambiar su enfoque: no basta con decir que el impacto es menor, sino que es fundamental entablar un diálogo inteligente con las comunidades para que estas se sientan incluidas y se beneficien directamente de la riqueza generada por los proyectos.

Si no se gestiona adecuadamente, esta oposición puede llegar a limitar la operación de un sector entero en una región, como sucedió con la regulación autonómica en Asturias para la ubicación de baterías.

La energía gana: baterías, transformación digital y talento, claves de la transición energética

5. Conclusión: el triunfo de la evidencia económica

El sector energético está experimentando una transformación acelerada impulsada por la competitividad de sus tecnologías y la sofisticación de su capital humano. Aunque existen barreras, desde la dependencia geopolítica hasta la resistencia social, la historia demuestra que las fuerzas macroeconómicas acaban imponiéndose.

Las energías renovables ya no necesitan subvenciones, ya que son la opción más barata disponible. Cuando una tecnología es suficientemente competitiva, las barreras temporales no logran detener tendencias de largo recorrido.

El talento que se transfiere, la especialización que se demanda y la inversión que fluye hacia soluciones como las baterías y el hidrógeno verde confirman que el camino hacia la sostenibilidad es irreversible y está lleno de oportunidades para aquellos dispuestos a adaptarse a la velocidad del cambio.

El futuro energético es, de hecho, una carrera contra el tiempo, pero también una carrera ganadora en términos de coste y eficiencia.

La evidencia económica y la necesidad de un Planeta más limpio están alineadas para asegurar que la transición energética no solamente continúe, sino que se acelere, haciendo de España y Europa los pilares de este nuevo y emocionante panorama global.

El artículo La energía gana: baterías, transformación digital y talento, claves de la transición energética se publicó primero en ecointeligencia.


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