Revista 100% Verde

La Era del Clima y la Energía

Por Gonzalo

El aplanamiento y atestamiento del planeta está provocando más desarrollo económico, más comercio, más construcción de carreteras, más extracción de recursos naturales, sobrepesca y un crecimiento urbano a una velocidad que devora territorio, arrecifes de coral y selvas tropicales, que destruye ecosistemas, asola ríos y comporta la extinción de especies en todo el planeta a un ritmo sin precedentes.

Se podrían señalar muchos acontecimientos que nos indican que hemos superado un punto de no retorno en cuanto a la biodiversidad a medida que el planeta se ha ido volviendo caliente, plano y abarrotado. Para mí el hecho más significativo fue cuando en 2006 nosotros, los humanos, perdimos un pariente. Somos grandes mamíferos, y por primera vez en muchas décadas se extinguió a manos del hombre otro gran mamífero, el baiji o delfín de río. También conocido comoel delfín del río Yangtsé, el baiji vivía sólo en este río chino y era uno de los pocos delfines de agua dulce que hay en el mundo.

La Fundación Baiji.org declaró, el 13 de diciembre de 2006, que probablemente el baiji  del río Yangtsé se había extinguido: una expedición de investigación había llegado a esa conclusión.

Estos cinco problemas -oferta y demanda de energía, política petrolera, cambio climático, pobreza energética y pérdida de biodiversidad- se han ido fraguando durante años. Pero todos  alcanzaron la masa crítica  poco después del año 2000. Me da la impresión de que algún día los historiadores mirarán atrás y concluirán que el 31 de diciembre de 1999 no sólo fue el final de un siglo, ni el final de un milenio, sino que fue el final del periodo que llamamos nuestra era común, y que el 1 de enero de 2000 fue en realidad el primer día de una nueva era.

Fue el primer día del primer año de la Era del Clima y la Energía. Fue el 1 del uno de la ECE.

La Era del Clima y la Energía nos ha invadido sigilosamente. En cierto modo, en lo tocante al cambio climático, la sociedad humana ha sido como la rana del experimento: metida dentro de la olla que se pone al fuego y se va calentando gradualmente. La rana no piensa en saltar, sino que se va adaptando hasta que hierve y muere. Espero que nuestro final sea distinto, pero no nos engañemos: nosotros somos la rana, la olla está cada vez más caliente, plana y abarrotada, y necesitamos un plan de supervivencia a largo plazo, una escalera para salir de allí.

Fuente: Caliente, plana y abarrotada por qué el mundo necesita una revolución verde  (Thomas L. Friedman).


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