La Sierra de Almijara, protegida como Parque Natural, junto a las de Tejeda y Alhama, se ofrece como una alternativa dinámica y silvestre.
A través de una red de rutas de senderos, así como áreas recreativas, los que se adentren en este territorio conocerán no sólo paisajes insólitos sino también especies de fauna y flora que ocasionalmente se dejan ver por este espacio protegido.
Uno de los enclaves más conocidos en la zona es el área recreativa del Pinarillo, al que se accede por un carril situado a escasos metros de la Cueva de Nerja.
Desde allí, se pueden realizar distintas rutas a pie o en bicicleta por parajes calizos tan impresionantes como el collado de la Terraza o el Barranco de los Cazadores, una garganta por la que transcurre un vertiginoso sendero.
Sólo este camino ya merece la pena, aunque los más osados llegan a través de él a enclaves de gran altitud como el Tajo del Almendrón o el pico del Navachica (1832 metros).
No es extraño avistar algunos ejemplares de rapaces, ya sean águilas o cernícalos, y de algunos mamíferos, como la cabra hispánica.