Revista Arte

La esencia de lo humano, su representación en el Arte, o la Vanidad

Por Artepoesia

La esencia de lo humano, su representación en el Arte,  o la Vanidad.La esencia de lo humano, su representación en el Arte,  o la Vanidad.
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Todos los creadores del Arte han podido retratarse a sí mismos con la facilidad que su genio les permitía. Muchos no lo hicieron una vez, sino decenas de veces. Es la vanidad; la mayor de ellas describiéndose con su Arte, ya que no sólo se valora cómo lo hace sino que, además, eterniza y perfila su  propia imagen en una obra auto representada.
La Vanidad, como símbolo frágil y caduco de la vida, ha sido motivo de muchas obras a lo largo de la historia del Arte. El pintor holandés David Bailly (1584-1657) llegó incluso a compartir ambas cosas. Quiso representar la vanidad consigo mismo, y se autorretrató -dos veces- en su propio lienzo con una originalidad extraordinaria. En 1651, con sesenta y seis años, se dibujó a sí mismo con casi cuarenta años menos en un ambiente simbólico, muy  característico de la futilidad de las cosas, de la vida y del paso de ésta. Eso sí, mostrando a su vez su propio retrato actual en manos del que él  fue muchos años antes.
El ser humano sólo es Vanidad, o locura. Ni siquiera la Razón se salva de la vanidad, todo lo contrario, ésta es una de sus manifestaciones. Pero, la emoción, la creación, el misticismo tampoco. ¿O acaso el eximio poeta místico Juan de la Cruz no sintió alguna vanidad al dejar su obra escrita para ser apreciada y leída? Todo es vanidad. La alternativa es la locura, o la elogiosa del escritor Erasmo de Rotterdam (1466-1535), o la espantosa y alienante que hace infantil a quien la posee. Pero, es que hasta en la actitud del recién nacido, con su llanto acuciante o con su sonrisa taimada,  se sugiere la vanidad. Es como éste pide que se le ame, que se le tenga en cuenta, se le proteja y se le adule. Por esto mismo la vanidad es, realmente, una esencia fundamental de lo que somos, algo que no podemos evitar ni sustituir, salvo, quizá, por la infantil locura.
(Cuadro Vanitas, del pintor francés Simón Renard de Saint-André (1613-1677); Óleo Vanitas del artista norteamericano actual Poly, Galería Sarah Bain, EEUU; Autorretratos de: Tiziano; Velázquez; Rembrandt; David; Goya; Böcklin; Leighton; Delacroix; Vernet; van Gogh; Renoir; Picasso; Dalí; Frida Kahlo; Andy Warhol; Cuadro Autorretratos con los símbolos de la Vanitas, del pintor David Bailly.)


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