“La realidad se nos presenta en forma de eterno devenir; se hace o deshace, nunca está hecha” Henri BergsonCuando la fotografía deja de ser meramente un hecho descriptivo para comenzar a sugerir, es cuando empiezo a disfrutar. Pero si se capta la esencia de un lugar, alrededor de los bordes de una escena, comienzo a emocionarme porque ese tipo de fotografía tiene ya una licencia, una identidad visual mayor.En ello pensaba cuando visionaba ayer, fotografías que David Alan Harvey hizo en Cuba.
La Habana 1998 © David Alan Harvey
La Habana 1998 © David Alan Harvey
A mi entender, transmiten la esencia (desde el singular punto de vista del fotógrafo) en un magistral dominio de exclusión en la composición, en plan sugerir.La Habana 1998 © David Alan Harvey
La Habana 1998 © David Alan Harvey
Y siguiendo con Cuba, también visioné algunas imágenes de Ernesto Bazán que sirven para seguir un poco más con esta idea, fundamental de composición.© Ernesto Bazán
© Ernesto Bazán
Composiciones sugerentes que, desde mi óptica, no pasan indiferentes al observador y lo estimulan a participar activamente en la lectura de imagen.
© Ernesto Bazán
Allí, en esa retroalimentación con quien observa, se recrea la socialización que la buena fotografía posee y que también: emociona y crea imaginarios de ese entorno que el fotógrafo recorta en un rectángulo.
© Ernesto Bazán
Por eso, y como si se tratara de un mantra: prestar atención a lo que pasa en los bordes, radica buena parte del poder latente que tiene una imagen.Como decía Navia, la fotografía es una cuestión técnica. Pero utilizar los dispositivos fotográficos con la sensibilidad e interés adecuado es crucial para excluir elementos, o para darle importancia e interaccionar en ciertas formas, en ciertos colores, en ciertas líneas que, al fin y al cabo, tienen que ver con la construcción de la imagen. Y si lo pensamos desde el marco, desde el borde, vamos por buen camino.Hasta pronto!
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