Revista Ciencia

La esperanza se llama Jane Goodall

Por Yve Ramírez @ecocosmopolita

Su voz es suave y su hablar lento. Su menudo cuerpo parece frágil. No es mucho más alta que yo. Sonríe y te mira a los ojos al hablar, aunque sabe que es no mirar a los ojos a un animal salvaje. Viste de forma sencilla y sobria, y siempre lleva el cabello recogido en una práctica coleta. La miro y pienso que cuando mi pelo se haya vuelto totalmente gris, tal vez se parecerá un poco al suyo. Es Jane Goodall.

Yve Ramírez y Jane Goodall

Cara a cara con Jane Goodall. Nunca olvidaré este momento. :)

Janesoñaba con animales salvajes mientras leía las aventuras de Tarzán y del Dr. Dolittle, y desde niña quería viajar a África. Su familia no tenía mucho dinero y aquel era un continente totalmente desconocido, así que a todos les parecía una locura que quisiera llegar hasta allá. A todos menos a su madre, que le enseñó la lección que hace una semana Jane Goodall escribió para mis hijas en mi libreta de notas:

Persigan vuestros sueños

For Amanda and Abril. Follow your dreams. -Jane Goodall

Persigue tus sueños y llegarás lejos

A los 23 años hizo su sueño realidad; viajó a Kenia. A pesar de no que no tenía ningún título universitario (o, sorpresas de la vida, precisamente por eso) logró trabajar con el antropólogo Louis Leakey. Leakey poco después la envió a observar chimpancés salvajes en Gombe, Tanzania, para rastrear a través de sus pasos los orígenes de la humanidad.

Su paciencia, su perseverancia y su empatía con los animales le permitieron hacer hallazgos que revolucionaron la forma en la que miramos no sólo a los chimpancés sino al mismo ser humano. Hasta los años 70 se pensaba que la capacidad de fabricar y utilizar herramientas era exclusiva del hombre y Jane Goodall echó por tierra este concepto al descubrir que los chimpancés producían sus propias herramientas rústicas a partir de ramas y palos. Encontró asombrosos gestos compartidos con nosotros, sus complejas estructuras sociales y sus emociones. Su capacidad de sentir compasión hasta el punto de adoptar a un huérfano y, al mismo tiempo, un lado oscuro que les puede volver muy violentos y llevar hasta guerras territoriales.

Jane Goodall: De investigadora a activista

Lo que debía ser un viaje de seis meses, se prolongó durante décadas, pero Jane Goodall ya no vive en Gombe. Desde los años 80, movida por el estado crítico de las poblaciones de chimpancés, amenazados por la deforestación, la cacería ilegal, la explotación para investigaciones científicas y mucho más, decidió dedicar el resto de su vida a la defensa de estos animales y su hábitat desde el mejor de los frentes: la divulgación y la educación. En la película El viaje de Jane (Jane’s Journey), su hermana explica que aún hoy en día viaja al menos 300 días al año y no descansa ni en Navidad, aunque la Dra. Goodall explica que tiene que pasar al menos un par de veces al año por Gombe para “recargar energías”.

Jane Goodall - Gombe

Jane Goodall, en sus primeros años en Gombe

En uno de esos viajes, paró por Barcelona la semana pasada para recibir el Sol de Oro otorgado por el FICMA (el Festival de Cine Internacional de Cataluyna) y el Premi Internacional de Catalunya, otorgado por la Generalitat. Tuve el inmenso honor de ser invitada a ambos eventos y desde luego que no falté a ninguna de las citas. ¡Gracias a la vida por estos momentos maravillosos que pones en mi camino!

La esperanza se llama Jane Goodall
La esperanza se llama Jane Goodall

Jane Goodall recibe el Premi Internacional de Catalunya

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La esperanza se llama Jane Goodall

Entrega del Premi Internacional de Cataluyna a Jane Goodall

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La esperanza se llama Jane Goodall

Claudio Lauria entrega el Sol de Oro a Jane Goodall. Foto FICMA

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Durante la premiación de la Generalitat, la Dra. Goodall dijo que lo que realmente nos diferencia de los animales es el carácter intelectual de nuestra inteligencia (¿cómo es posible que el ser con mayor intelecto del mundo esté destruyendo su único hábitar? se preguntaba). Y este intelecto, entre otras cosas, nos ha permitido desarrollar formas de comunicación más complejas que otros seres vivos, y nos ha dado la capacidad de explicar a través de la palabra aquello que no está aquí, de educar, de planear un futuro. Para mi alegría, también habló de la People’s Climate March -a la que ella asistió en Nueva York- y de la increíble cantidad de gente que reunió gracias a la tecnología. Ese enorme poder de las redes sociales, que debemos utilizar con sabiduría y que usamos como trinchera tantas veces.

Goodall, esperanza e inspiración

Un dicho popular dice que no hemos heredado la tierra de nuestros ancestros, sino que la hemos tomado prestada de nuestros hijos. No creo que sea cierto, no la hemos tomado prestada, la hemos robado. Ahora mismo estamos robándola aún.

Jane Goodall

La empatía hecha mujer

Hemos causado muchísima destrucción pero tenemos tiempo para actuar, para solucionarlos daños que hemos hecho al planeta, pero tenemos que implicarnos y que tomar las decisiones correctas, nos dice. Lo sabe bien, tal como explica, ha estado en muchos sitios que después de haber sido devastados, han sido reconstruidos con el esfuerzo de personas comprometidas con el futuro. Millones de pequeñas decisiones hacen una enorme diferencia.

De hecho, la base de su trabajo actual es sembrar la semilla de esa esperanza en jóvenes de todas partes del mundo. Su programa Roots and Shoots, que ya ha creado 17 mil grupos en 130 países, está enfocado en las personas y, en especial, en los jóvenes, pero desde la mirada mas holística posible: en su sagrada relación con la naturaleza.

Yo estuve un poco más cerca de los chimpancés que de los humanos, porque la emoción me traicionaba, pero alcancé a decirle que desde 350 habíamos organizado la People’s Climate March de Barcelona, y que había sido muy emocionante escuchar cómo en su discurso se refería a ese día como un gran acontecimiento. También le hablé de la campaña de recogida de móviles que inicié en la escuela de mis hijas y ella sugirió algo que algo a lo que vengo dandole vueltas desde hace tiempo: la posibilidad de una colaboración entre 350 BCN y el Instituto Jane Goodall a través del programa Roots and Shoots. Nueva misión para el próximo trimestre :)

Campaña de recogida de móviles en la escuela de mis hijas

Campaña de recogida de móviles en la escuela de mis hijas

No sólo es una científica e investigadora ejemplar, una mujer sabia sabia, una luchadora incansable y una gran valiente. Jane Goodall encarna la esperanza en medio del caos, la luz, la esperanza. Gracias por iluminarnos el camino.


Y amigos, estamos en agosto y, la verdad, aún no sé si agostearé en silencio o si volveré a escribir en los próximos días así, que, de momento, ¡feliz agosto, y a disfrutar del verano hasta la última gota! De momento, La Costurilla Handmade agostea fiel a las tradiciones, manteniendo el nombre de la familia en alto :)


Archivado en: Barcelona, Ecodiario, Ecoinspiración, Medio ambiente, mig Tagged: acción social y activismo

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