Revista Arte

La espuma de los días: Del amor y otras rarezas

Por Androsmalv
La espuma de los días: Del amor y otras rarezas
            ".....la más desgarradora novela de amor contemporánea."
                                                      R. Queneau
Michel Gondry, hizo parte de esa generación de directores de videoclips que llenaron la parrilla de MTV, que se hicieron famosos en la década de los noventa y la primera de este siglo, por sus renovadas ideas, estilo y originalidad. Gondry, nacido en Versalles, Francia se ha destacado por un innovador trabajo visual, puesta en escena, retomando técnicas del cine mudo, animación y juegos infantiles, que están presentes desde sus primeros videos con Oui-oui, grupo del que hizo parte, y más adelante con Bjork, que en cierta forma, lo convirtió, en uno de lo más interesantes realizadores de ese momento; su paso a las "grandes ligas" del largometraje, lo hizo con Eternal Sunshine of a Spotless Mind. Junto a Spike Jonze, David Fincher y el francés (entre otros), renovaron o acercaron el mundo del videoclip al largometraje, no sólo como lenguaje sino en la estructura misma de contar historias, manejo visual y demás; donde Gondry puso a disposición sus múltiples trucos e ideas, que han dado como resultado 8 largometrajes (2 documentales incluidos) con mucha originalidad, color, animación, artesanía y mundo de sueños, que parecen ser la huella fílmica de este director amante de la ilustración, lo surreal y las historias de amor condenadas al fracaso, como lo fue el caso de La Espuma de los días, su último largometraje hasta el momento y la película a reseñar. La espuma de los días: Del amor y otras rarezasCo-escrita por Gondry junto al productor Luc Bossi, quienes adaptan el libro homónimo de Boris Vian, el cual se centra en la relación amorosa entre Colin y Chloe, la enfermedad de ésta, la decadencia no sólo de la relación sino de los protagonistas, y todo ésto, por un nenúfar que se interna en los pulmones de la joven.
El ambiente de la película está más que logrado por el director francés, quien no sólo pone en escena los textos de este libro sino el carácter surreal y de ensoñación en el que vive Colin (Romain Duris), un hombre adinerado, que ha inventado un "pianocóctel", disfruta de la comida que hace su amigo Nicolas (Omar Sy) y la charlas con Chik (Gad Elmaleh), un asiduo fanático de Jean -Sol Partre; sin embargo todo cambiará - para bien y para mal- en la vida de Colin, cuando conoce a Chloe (Audrey Tatou), la mujer de sus sueños, que como una canción de Duke Ellington, será lo más especial para éste, pero la felicidad de la pareja, se irá diluyendo cuando Chloe es afectada por un nenúfar se aloja en su pulmón, y la vida entorno a éstos, se irá haciendo cada vez más oscura.
La espuma de los días: Del amor y otras rarezas  El gran trabajo fotográfico del belga Christophe Beaucarne, asociado a la Association Française des directeurs de la photographie Cinématographique (AFC), país en el que ha realizado la mayor parte de su trabajo, donde ha recibido diversas distinciones por su fotografía llena de contraste, color, muy cercana a elementos de fantasía y ciencia ficción. Beaucarne, se adapta de forma funcional y artística al mundo de Gondry, creando no sólo un estupendo diseño de luz, color, sino varios juegos, propios de la animación y la artesanía cinematográfica.
Igualmente, tiene una gran labor musical por parte Étienne Charry, que además de sus propias partituras las mezcla con jazz y otros sonidos, que se mezclan a la perfección con el montaje, fotografía y puesta en escena.
Frente a las actuaciones, lo más destacado vendría a ser el papel de Audrey Tatou, que recuerda bastante a su papel de Amelie; de Romain Durais, quien es el que se lleva todo el peso dramático y el de Gad Elmaleh 
La espuma de los días: Del amor y otras rarezas Aunque particularmente no me gustó este trabajo de Gondry, principalmente el guión, y su desorganizada trama, si es bastante valioso su trabajo de imagen, las siempre destacadas manifestaciones artísticas del francés, y sus juegos cinematográficos.
Una historia de amor algo confusa, que saca a relucir las mejores técnicas de Gondry; ésas que hicieron de sus videoclips, comerciales y demás trabajo audiovisual, los más destacados y originales.
Aunque recomendable, -y más si conoce el trabajo de Gondry-, su guión es débil, se hace confuso en ciertas secuencias, y se va perdiendo el hilo conductor del trabajo.
Zoom in:  Nominada a tres premios César
Montaje Paralelo: La ciencia del sueño (2006)

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