Sus tartas parecen sacadas de cuentos. María Colés es ingeniera de caminos y demuestra su buena mano en el mundo dulce en su blog Sweet Little Cupcakes. Sus diseños de tartas y demás dulces os dejarán boquiabiertos.
Descubrid un poco más sobre ella en esta Entrevista Cocinista.
¿Qué no puede faltar en tu cocina?No pueden faltar los ingredientes básicos para hacer un bizcocho o unas cupcakes: huevos, azúcar, harina, aceite de oliva y chocolate. Hornear me sirve de tratamiento antiestrés, y en cualquier momento los puedo necesitar. Pero si tuviese que escoger un solo ingrediente, uno solo, me quedaría con una buena vainilla. Es un básico imprescindible en los dulces, ¡va bien con todo! Y yo de hecho soy adicta a la vainilla en pasta de Nielsen Massey, es mi preferida.
¿Dulce o salado?
Pues…aunque parezca mentira…salado. De hecho, no me gusta demasiado el dulce y soy incapaz de comerme una ración de tarta, lo cual queda fatal si encima he hecho yo la tarta, la corto, la reparto…y no la pruebo. Aunque, eso sí, ante un buen bizcocho caigo rendida…y no puedo evitar comerme los restos de masa cruda, ¡me encanta!
¿Es importante la estética en la cocina?
Importante no, ¡esencial! Para disfrutar plenamente un plato es necesario involucrar todos los sentidos, no únicamente el gusto, y la vista es el primero que entra en juego cuando nos sirven un plato. Somos animales muy visuales, y lo que vemos ya nos hace anticipar el deleite que podemos tener y nos tiene que hacer desear probar ese plato.
Para mí, que no soy de dulce precisamente, la estética es la culpable de que me metiese en la cocina a pringarme de chocolate hasta las pestañas. Veía la publicidad de los bombones y pensaba:“¡Madre mía! ¡Ese sí, ese me tiene que gustar seguro!” Luego lo probaba y nada, que no había manera. Pero me resulta tan sugerente la estética del dulce que aunque no lo coma disfruto enormemente preparándolo. Todo esto sin olvidar que lo primero, ante todo, es el sabor; prefiero mil veces una delicia fea que una preciosidad incomible.
¿Qué prepararías ante una visita inesperada?
Prepararía unos lomos de lenguado con salsa de setas y un carpaccio de calabacín con piñones y parmesano aderezado con pimienta y unas gotas de limón. Y para el postre tiraría de congelador: bizcocho de chocolate con crema de merengue suizo de cerveza negra. ¡De esto nunca me falta!
Si pudieras elegir una receta, de las muchas que has publicado en tu blog, ¿cuál sería?
Pues la verdad es que mi blog hasta el momento trata más de historias de tartas que de recetas, y de hecho hay una única receta publicada, las cupcakes Chocolate Heaven de Peggy Porschen. Eso sí, vale la pena, y mucho. Para mí, es la mejor receta de chocolate para cupcakes: una textura untuosa, suave, con un sabor intenso a chocolate sin ser pesada. Vamos, ¡que lo tiene todo!
¿Te han conquistado por el estómago?
Conquistarme, conquistarme, no. Pero dejarme sin habla sí, unas cuantas veces. La primera, con unos huevos fritos con láminas de trufa, y la última, un tal Ladurée con un macaron de chocolate de Venezuela.
¿Una canción para cocinar?
“Find a romance”, de Bigott. Me llena de energía y buen rollo.
¿Con quién te gustaría compartir cocina?
Con Jordi Roca, sin duda. Se me desencaja la mandíbula y se me cae la baba viéndolo cocinar. Es impresionante: atrevido, elegante, genial…me deja sin palabras.
¿En qué película te infiltrarías para probar su comida?
En “Maria Antonieta”, de Sofia Coppola. Me encanta la estética que tiene y recuerdo que acabé con unas ganas locas de comer merengue y macarons.
¿Con quién te gustaría compartir mesa?
Con Miriam y Estíbaliz, de Mensaje en una Galleta. Y, ya de paso, con el resto de compañeros profesores de La Tallerería… ¡Menuda íbamos a montar!
¿A qué país viajarías para probar su gastronomía?
No soy nada exótica para la gastronomía. Me gustan los platos sencillos y adoro la pasta por encima de todo, así que me encantaría hacer una escapada a Italia, especialmente a la Toscana, y disfrutar comiendo pasta y helados.
Mójate… Recomienda un blog y una cuenta de Twitter.
Un blog imprescindible para mí es el de Lilaloa, que además de tener unas galletas preciosas está lleno de ideas únicas, prácticas y geniales. En twitter sigo a @ibanyarza, me encanta su manera de enfocar las cosas y su visión cercana y sencilla de la cocina.
¿Un restaurante que nunca olvidarás? ¿Por qué?
Pues creo que nunca he sabido el nombre…Era un restaurante en Brasil, en Natal, al lado de la playa. La comida era muy sencilla, sin apenas elaboración, todo a base de productos frescos. Tan frescos que quisimos repetir langostas a la plancha y nos dijeron que se habían terminado…y justo entonces llegaron las barcas de los pescadores y entró un chico con un par de cajas al hombro. Y en diez minutos… ¡teníamos una bandeja de langostas en la mesa! Allí probé el zumo de acerola, una delicia. Pasamos tanto tiempo que subió la marea y el mar llegaba al borde del restaurante. ¡Tuvimos que salir saltando de roca en roca y esquivando las olas!