Gabriel Albiac es un filósofo. ¡Qué digo filósofo, es un “colaborador” de ABC ¡ Que tiene mucho más empaque y sirve para otras muchas cosas, como recolectar higos chumbos.
Pues a lo que iba. A Albiac, leyendo las encuestas, le ha entrado la cagalera. Y en una paletada del mantillo de sus meninges ha escrito un articulito en esa pañería de fachas que es el periódico de las tres letras. Se titula: “Un estólido masoquismo ciudadano va a hacer medrar a UPyD e IU. Lo peor de todo. “
¡Claro que sí, Gabrielito, alegría del barrio “chueta” de Palma! Que empiece a atisbarse una merma del bipartidismo ineluctable y estólido que se ha sentado en las magistraturas de este solar con moscas –corruptas- al que la caverna llama “patria”, es, “lo peor de todo”.
Debe ser peor que los discursos del Mariano, incapaz de articular dos palabras sin mentir en su conjunto, peor que las explicaciones del “profesor” Montoro, furioso intérprete de la “defraudación ajena”, más incompetente –aún- que la Virgen de Rocío en forma de ministra o monja alférez o que “Lady Jaguar”, incapaz, aunque lo intente hasta cuatro veces, de pronunciar la palabra “terapéutico”.
Albiac coge la vena profunda cuando se pone a escribir de la corrupción. Y va y dixit: “No se ha beneficiado demasiado, es cierto, de la suntuosa corrupción que volvió ricos a sus vecinos socialistas.” Y sigue defecando: “Pero ha tenido muy cerca la lección de los camaradas sindicalistas, cuya capacidad para parasitar fondos de Estado es uno de los acontecimientos más desoladores de la España en la cual vivimos.”
¡Qué casualidad que este rabino mallorquín no se acuerde para nada de “otras corrupciones”! ¡Que no hable de los 48.000 millones que van a dejar de pagar los bancos rescatados por Jesús del Gran Poder, de la Gurtel, de Camps, de Fabra o de su vecino en el barrio de Génova, Jauma Matas!
Albiac lleva la máscara debajo.
¿O será porque escribe –y cobra- del ABC, ese bicarbonato derechoso que felicitaba en portada a un tal Adolfo?
Por cierto, cuando Albiac habla de “lo peor de lo peor”, ¿habrá oído el discurso entreguerras de un tal Rafael Hernando, portavoz pepero y olé, primo hermano –el discurso- del Adolfo de antes, que gaseó a millones de conciudadanos de su misma religión y raza. (Los chuetas mallorquines, como Albiac son judíos, pata negra)
Con esto de la estolidez pasa como con las mariposas, que siempre están en metamorfosis. Y Albiac es una mariposa, digo un chueta.