La estrategia del agua es un libro con el que uno vuelve a encontrarse con la literatura que le hace reflexionar, lleno de frases ingeniosas, situaciones interesantes y acción muy bien llevada. Al principio su portada no me gustaba pero mientras más la miro creo que se va convirtiendo en perfecta.
Título: La estrategia del agua.
Autor: Lorenzo Silva.
Editorial: Destino.
Año: 2010.
Páginas: 384 páginas.
Género: Novela policíaca.
ISBN: 9788423342259
Precio:18:50 euros.
Sinopsis:
Tras una decepcionante experiencia con el sistema judicial, que ha puesto en libertad a un asesino al que había detenido después de una larga investigación, el brigada Bevilacqua, alias Vila, se halla desencantado y más escéptico de lo que acostumbra. Así se enfrenta al nuevo caso que le ocupa: un hombre llamado Óscar Santacruz ha aparecido con dos tiros en la nuca en el ascensor de su casa. Parece el «trabajo» de un profesional, lo que se antoja desmesurado dada la poca trascendencia de la víctima, que tiene algunos antecedentes menores por tráfico de drogas y violencia de género. Vila y su compañera, la sargento Chamorro, afrontan la tarea, muy a regañadientes por parte de Vila, actitud que empezará pagando «el nuevo», Arnau, un joven guardia que poco a poco se irá ganando la confianza del brigada.Parece que los problemas en la vida de Óscar, aparte de sus roces con la justicia, se limitan a su divorcio, mal llevado y con un hijo de por medio. Pero, ¿qué esconde la denuncia que pesaba sobre la víctima por malos tratos? ¿Y su detención por tráfico de drogas? ¿En qué oscuros asuntos estaba envuelto este hombre en apariencia tan poco peligroso?Una novela sobre los claroscuros de las relaciones, sobre los errores y aciertos de los jueces, sobre los vericuetos de la moderna investigación policial, sobre las injusticias que provocan las leyes y sobre el mal, que a menudo está entre lo que tenemos más cerca, incluso entre lo que un día amamos.(sinopsis facilitada por la editorial)
Autor:Lorenzo Manuel Silva Amador (Madrid, 1966) o como todo el mundo lo conoce Lorenzo Silva a secas, un autor del que creo que no hace falta presentación pero como nos gusta hacer las cosas bien hechas en la medida de lo posible hablaremos un poco de él para aquellos extraños que no sepan quien es.
Antes de dedicarse a la escritura profesionalmente desarrollo su carrera profesional dentro del marco de la abogacía en parte por culpa de sus estudios de derecho en la Complutense de Madrid.
A la hora de hablar de su obra creo que simplemente habría que hacer una entrada exclusivamente para todos sus títulos aunque podemos resumirlo diciendo que muchos de sus artículos y relatos han pasado a formar parte de libros y que entre sus novelas que son mas de una veintena destacando en mi modesto conocer "La flaqueza del bolchevique" (1997) y la saga de los archiconocidos Bevilacqua y Chamorro.
Entre sus grandes premios destacan el premio Ojo Critico 1998 por "El lejano pais de los estanques", el Premio Nadal 2000 por "El alquimista impaciente" y de los mas sonados últimamente el Premio Planeta 2012 por "La marca del meridiano". En los últimos años desde que ganara el Planeta ha publicado" Los cuerpos extraños" (2014) que pertenece también a la saga de los guardias civiles y en el 2015 "Música para feos".
Si queréis saber más del autor podéis visitar su completísima página
aquíImpresiones:
Ciertos libros obran en mí un efecto parecido al de los analgésicos, es ponerme con ellos y se me quitan todos los males y mientras dura su lectura hago buena la frase que dice “leer es vivir muchas veces en otras vidas”. Este en concreto me ha durado tres o cuatro días en los cuales no encontraba descanso hasta poder buscar un hueco para sentarme a leer.Debo confesar sino lo hice en reseñas anteriores que los agentes de la Guardia Civil Bevilacqua y Chamorro llegaron tarde a mi vida, pero desde el primer momento se ganaron un lugar de honor en mis estanterías y por supuesto mi gusto por el estilo de escritura del autor.Siguiendo con su estilo, con diálogos naturales, una prosa cotidiana y sencilla que no busca forzar las situaciones pero que no esta falta de interés comenzamos una lectura en la que sólo nos han bastado con algunas páginas para que Lorenzo Silva te enganche y consiga captar toda tu atención, para a partir de ahí no perder detalle de la trama. Sin ser un escritor que use un lenguaje barroco, su prosa hace sentir al lector cómplice de sus páginas, tal vez por la forma de contar historias a modo de confidencias o porque nos sentimos cómodos, Silva sabe impregnar en cada frase la dosis suficiente de sentimiento para que mastiques la amargura de los personajes como si fuera tuya, porque no vamos a negarlo, las historias que el autor nos cuenta en esta saga no son alegres y están llenas de personajes tristes y momentos grises. A pesar de todo esto soy un enamorado del lenguaje melancólico del autor. Me ha encantado esos momentos de confidencias que se dan los personajes en los interrogatorios, desnudándose el alma y que deja al lector momentos para la reflexión.Una cosa que hice bien con esta saga fue comenzar a leer los libros desde el principio y seguirlos en orden porque aún siendo historias que en cierto modo se leen independientes, sería delito capital perderse la evolución que en cada libro van sufriendo sus protagonistas y que el lector puede notar claramente. En esta nueva entrega se palpa claramente que la complicidad entre Vila y Chamorro viene de lejos, la madurez y el carácter de ambos se ha ido forjando con los casos y los libros y en este en concreto se nota con mucha más fuerza en ese aspecto y queda plasmado plenamente en sus páginas. Llegados a este punto, por mis palabras os imaginareis que la novela me ha encantado y sobre todo que los focos centren su atención en un Vila peleado con el mundo, en horas bajas y mucho más reflexivo que en otras ocasiones (disfruto cuando el protagonista reflexiona, hay tanta enseñanza de la vida en esos pasajes) y que le confiere un aspecto más vulnerable al que nos tiene acostumbrado.La estrategia del agua puede que no sea el caso que más me ha gustado de los que llevo leídos pero si tengo que reconocer que es de los que más me ha emocionado, en parte porque encuentro mucha igualdad entre la historia y los personajes, una trama compleja no falta de cierta dificultad a la hora de investigar aunque los sospechosos parecen claros, estos confunden y Lorenzo Silva da toda una lección de cómo se investiga un homicidio y los medios y las trabas que los cuerpos de seguridad tienen a la hora de actuar.Pocas veces veremos el nombre de Rubén en las novelas, por eso que aparezcan en esta refuerza la idea de encontrarnos con un Bevilacqua más humano, un Vila que es padre, que sufre y le apasiona serlo. Sabremos algo más de su pasado, una vuelta al barrio que lo vio crecer y lo veremos confiando sus miserias a Chamorro como no lo habíamos visto antes. Se ve que pasan los años y nuestro personaje hace balance y como un amigo mío dice encuentra que tiene más tiros dados que la bandera del tercio y a veces no le encuentra el sentido ante un sistema burocrático y social que te desborda a cada momento por ello las referencias continuas a los jueces y al sistema jurídico son frecuentes y con claros ejemplos.Siempre que termino un libro de esta saga me quedo con ganas de más, de continuar con los que me faltan para completar la saga pero me contengo, debo guardar joyas como esta para cuando este perdido y necesite uno de esos libros que me quiten los males. De momento y a falta de volver a toparme con otro me quedo con esas recomendaciones en pequeño guiño de metaliteratura que el autor nos concede recuperando todo un clásico que tenía por casa como El arte de la guerra de Sun Tzu y dejarlo al alcance de la mano para leerlo a fragmentos.Para finalizar os dejo con una frase que aparece en el libro y que me parece genial “Hay cosas que uno no lee cuando debe” (Bevilacqua)