Se acaba de dar a conocer una investigación en la que se concluye que la etapa preescolar es clave para enseñar sobre alimentación, los niños con edades comprendidas entre los 3 y los 5 años de edad tienen conciencia para saber qué alimentos son o no saludables. Por ello, la investigación sugiere que los niños deben recibir educación sobre alimentación y nutrición a partir de estas edades para que se consoliden los hábitos nutricionales saludables.
El estudio ha sido realizado por expertos de la Universidad College Dublin (Irlanda), su finalidad era demostrar que la conciencia de la importancia de una dieta saludable se debe introducir en la infancia, a una edad temprana, pero para ello se debe trazar el desarrollo de la comprensión que tienen los niños de la comida y la bebida. En este estudio se trabajó con un grupo de 172 niños de las edades antes indicadas, se pretendía determinar la capacidad que tenían para discernir entre los alimentos saludables y los no saludables. Curiosamente y a pesar de lo que algunos lectores pudieran opinar, una buena parte de los niños identificaba la naturaleza saludable de alimentos como las verduras, la fruta o la leche.
Con respecto a la percepción de que se deben comer menos alimentos con alto contenido en grasa o azúcares, porque pueden afectar negativamente a la salud, era mucho menor. Teniendo en cuenta que los pequeños son capaces de identificar los alimentos saludables, se crea un punto de partida muy valioso para educarles sobre alimentación y nutrición. Los investigadores apuntan que a partir de los 4 años de edad es un buen momento para empezar a proporcionar información adaptada a su entendimiento sobre los alimentos, las propiedades nutricionales y la relación que tienen con la salud. Se indica que hay que hablarles de los dos grupos de alimentos, saludables y no tan saludables.
Volviendo al estudio, según los expertos, la conciencia de los niños sobre qué alimentos son saludables no estaba vinculada al nivel socioeconómico de la familia o los hábitos alimentarios que tuvieran en el hogar, también explican que la televisión no influyó para mejorar la percepción de qué alimentos eran más convenientes. Otro dato, la mayor edad ayuda a discernir entre alimentos saludables y no saludables, siendo una marcada diferencia a partir de los 4 años de edad, sin embargo, a los 5 años de edad no tenían todavía capacidad suficiente para identificar la mayor parte de los alimentos que no son saludables y que se deben consumir con moderación.
Todos estos resultados muestran claramente que se puede trabajar sobre una base y consolidarla para que los niños aprendan de nutrición y comprendan la importancia de disfrutar de una alimentación saludable, así como de diferenciar entre ambos grupos de alimentos. Existe una clara brecha o vacío en la percepción de los alimentos que no son saludables, a diferencia de la percepción que tienen de alimentos como frutas o verduras, desde luego, los padres tienen mucho que ver. Sin duda, es un estudio interesante, ahora sería cuestión de hacer llegar este estudio a aquellos países donde es necesario que se instaure en las escuelas una asignatura de nutrición, por ejemplo en España. Como sabemos desde hace años se ha estado solicitando la inclusión de la asignatura de nutrición en la infancia.
Podéis conocer todos los detalles del estudio a través del artículo publicado en Science Direct.
Foto | MiikaS
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La etapa preescolar es clave para enseñar sobre alimentación