La vida descrita biológicamente es un proceso de mantenimiento y equilibrio metabólico principalmente.
La vida descrita en situaciones diarias, es poder disfrutar de manera consciente, feliz e indolora todos los retos que se nos presentan día a día. Mientras para algunos las decisiones que tomemos sobre nuestra vida dependen de cada persona, para otros somos parte de un designio divino en el cual no podemos intervenir.
En este artículo mencionaremos las diversas posturas sobre el termino de la vida en manos médicas: la eutanasia, el suicidio medicamente asistido y la ley de voluntad anticipada.
Eutanasia
La eutanasia (eu-tanatos, buena muerte) es un método humanitario de sacrificio, que debe de producir el menor sufrimiento posible (dolor, angustia y miedo) al privar de la vida a un paciente. Actualmente la eutanasia solo es legal en Bélgica, Luxemburgo, Colombia, Canadá, Nueva Zelanda, España y Países Bajos.
La eutanasia es el procedimiento que permita una muerte lo más indolora posible para alguien que sufre de una enfermedad incurable y dolorosa o que se encuentra en un coma irreversible. Existen diferentes tipos de eutanasias: la voluntaria (el paciente aprueba el procedimiento de manera consciente), la no voluntaria (el paciente no puede decidir por sí mismo ya que está inconsciente). A su vez, estos tipos de muerte se dividen en pasiva y activa. La pasiva es la técnica mediante la cual se le niega al paciente cualquier medicamento que podría mantenerlo estable (aunque sin mejorar su estado de salud). En el procedimiento activo se prohíbe el uso de dispositivos artificiales, alimentación y respiración artificial e incluso se usan sustancias letales para terminar con la vida del paciente.
Las opiniones sobre la eutanasia son polarizadas, principalmente entre los que son religiosos y los que no lo son. Para las personas religiosas solo un Dios nos da la vida y no es nuestra decisión como mortales quitarla. Para las personas no religiosas es más importante que un ser humano no esté sufriendo en vano esperando una muerte lenta y en agonía.
Suicidio medicamente asistido
El suicidio medicamente asistido está diseñado para brindar la opción de suicidio asistido por un médico a pacientes competentes que tienen una enfermedad terminal o sufren una angustia insoportable e irremediable, debido a una enfermedad corporal, que es tan grande que prefieren la muerte.
La postura de algunas personas frente a esto es pensar que sentir dolor es estar vivo y estar vivo es suficiente, pero, imagina las circunstancias que podrían llevarlas a querer "acabar con su vida", seguro viene a la mente un dolor insoportable. Otro factor que podría predisponer a las personas a optar por el suicidio medicamente asistido es la depresión causada por estar postrados sin poder llevar a cabo una vida plena. Son principalmente estas situaciones las que llevan a debates sobre si estos procedimientos son éticos y si deben o no legalizarse
Las tres principales enfermedades que han llevado a los pacientes a pensar en la eutanasia o el suicidio medicamente asistido son el cáncer terminal (división e invasión celular descontrolada), el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Es una afección crónica que puede poner en riesgo la vida, provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana) y la esclerosis lateral amiotrófica (enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos y afecta las funciones físicas).
Ley de voluntad anticipada
La voluntad anticipada es la decisión que toma una persona de no ser sometida a medios, tratamientos o procedimientos médicos que pretendan prolongar su vida cuando se encuentre en etapa terminal y, por razones médicas, sea imposible mantenerla de forma natural, protegiendo en todo momento la dignidad de la persona.
La voluntad anticipada no prolonga, ni acorta la vida, su objetivo es respetar el momento natural de la muerte y favorecer la atención y los cuidados paliativos (cuidados para mejorar la calidad de vida de los paciente que ya no van a recuperar la salud) al final de la vida, es decir, ofrecer acompañamiento al paciente sin intervención médica durante esta última etapa.
Karma
Igual que en el caso de la inyección letal, la postura de la medicina y la ética se centra en preguntarse si se les está dando a los pacientes una muerte piadosa o si es un asesinato. Sobre todo a los pacientes que ya no pueden tomar la decisión de morir o vivir sin importar las condiciones en que se encuentre. Hay posturas que incluso mencionan que se debe tomar en cuenta el poder del karma (creencia según la cual toda acción tiene una fuerza dinámica que se expresa e influye en las sucesivas existencias del individuo) antes de tomar una decisión tan importante.
Decisión final
Finalmente cada persona debe decidir con anticipación si su vida en caso de enfermedad o accidente va a quedar en manos médicas o divinas. Si se toma en cuenta qué es lo que uno haría en caso de que ya no pueda tomar decisiones, se les facilita la vida a los familiares que se quedan a cargo de nuestra condición médica.
Bibliografía- Dharmender Kumar Nehra, Pradeep Kumar and Sheetal Nehra. Euthanasia: An Understanding. Researchgate. 2013.
- Surachai Phutchu. Euthanasia: The Buddhist Hermeneutics in the 21st Century. The Journal of International Buddhist Studies College Vol.7 No.1. 2021.
- Ezekiel J. Emanuel. Depression, Euthanasia, and Improving End-of-Life Care. Journal of Clinical Oncology. Volume 23, Issue 27. 2005.