El objetivo del Instituto de Ciencias del Cosmos (ICC) de la Universidad de Barcelona es ser un centro de referencia mundial en cosmología, según destaca su director científico, Josep Maria Paredes (Ulldecona-Tarragona,1954). El ICC, donde se desentrañan los secretos del universo, es uno de los 22 candidatos a obtener el distintivo de excelencia Severo Ochoa que el Ministerio de Ciencia e Innovación concederá el próximo noviembre.
El profesor e investigador Josep Maria Paredes. Imagen: ICC.
¿Qué investigaciones desarrolla el ICC?
Este instituto universitario, creado en 2006, reúne a profesores e investigadores de distintos departamentos de la Universidad de Barcelona con una finalidad científica común: la cosmología. Todos somos físicos, pero unos se dedican más a la astrofísica y las ciencias del espacio, otros a la física de partículas, a la física nuclear, o a la relatividad general y la gravitación. Otros centros tienen, por ejemplo, astrofísicos, pero no físicos de partículas, o sólo estos últimos pero no los primeros. El ICC los reúne a todos para enfocar la cosmología desde todos los puntos de vista con el fin de llegar a ser un centro de referencia internacional en este campo.
¿Qué es exactamente la cosmología?
La parte de la física que intenta responder cuestiones fundamentales sobre el universo en su conjunto. Es habitual trabajar en colaboraciones con listas amplísimas de investigadores internacionales, para tratar de encontrar respuestas satisfactorias de acuerdo con los conocimientos que tenemos actualmente. ¿Cuál es el origen y el destino del universo? ¿De qué está formado? ¿Por qué su apariencia es como es y no de otra manera? Estas preguntas se pueden abordar a nivel teórico u observacional, y también requieren el desarrollo de componentes tecnológicos avanzados.
¿Puede poner algún ejemplo?
Dentro del ICC hay un grupo numeroso que trabaja en el satélite GAIA, que incorpora la cámara digital más grande jamás construida para una misión espacial, con 106 detectores CCD de alta sensibilidad. El año que viene está previsto lanzar este satélite de la Agencia Espacial Europea para cartografiar con un detalle sin precedentes las estrellas de la Vía Láctea. Otro grupo importante está involucrado en el detector LHCb (Large Hadron Collider beauty) del CERN. En este experimento se investiga lo que pudo suceder tras el Big Bang para que la materia permaneciera y constituyera el universo que conocemos hoy en día. Y existen otros equipos tecnológicos, como el que participa en el desarrollo del futuro CTA (Cherenkov Telescope Array).
¿En qué consiste este proyecto?
Se trata de dos conjuntos de telescopios de rayos gama de alta energía, de varios tamaños, que se colocarán a lo largo de esta década en un emplazamiento de cada hemisferio. A finales de este año se decidirá en qué país se asentará el conjunto o array de telescopios del sur -Argentina está bien posicionada- y después el del norte, con una posible candidatura en España. En nuestro instituto se trabaja en el diseño de los pre-amplificadores (la parte integrada en las cámaras), y la solución que han propuesto nuestros ingenieros está teniendo bastante aceptación.
¿Cómo valora la creación del distintivo de excelencia Severo Ochoa?
La excelencia investigadora es la unión de talento y de medios, y esta distinción supone un estímulo para los centros y los científicos. Permite que haya una evaluación internacional externa de altísimo nivel, y así se pueden conocer los puntos fuertes y débiles de los centros, y mejorar. En cuanto a la ayuda económica, puede permitir que el instituto seleccionado dé un paso de gigante, sobre todo aquellos con financiación no muy elevada. En nuestro caso supondría una inyección anual de un cuarta parte del presupuesto del que disponemos, lo que nos permitiría contratar más post-docs e investigadores seniors, además de ampliar el espacio físico. De todas formas, quizás tan o más importante, es el reconocimiento como centro de excelencia, lo que contribuye a atraer a científicos del máximo nivel internacional para que se establezcan en nuestro instituto por periodos relativamente largos.
¿Trabajan investigadores internacionales en el ICC?
Sí. Un ejemplo es la investigadora italiana Licia Verde, la astrofísica de menos de 40 años con más citaciones en el mundo (alrededor de 23.000). Lideró el análisis de los datos obtenidos con la sonda WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe) de la NASA, que dió lugar al artículo más citado de la historia de la astrofísica. También ha conseguido otros resultados fundamentales en cosmología, como la obtención de evidencias observacionales que muestran que la materia oscura en el universo está repartida del mismo modo que la visible. Licia Verde es una de los once investigadores ICREA (Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats) del instituto, de los que cuatro son extranjeros.
¿Los científicos nacionales también realizan investigación de excelencia?
Por supuesto. Por citar algún ejemplo, otro ICREA, Jordi Miralda Escudé, ha realizado trabajos pioneros en lentes gravitacionales y en el estudio de la estructura del universo a gran escala. Las investigaciones se han realizado a partir de las líneas de emisión a 21 cm y de absorción Lyman-alfa del hidrógeno -o “bosque de Lyman-alfa”-, lo que permite tener idea de la distribución de las galaxias desde el Big Bang hasta nuestros días. También es un experto mundial en el estudio de los primeros objetos luminosos que se formaron en el universo y su interacción con el medio intergaláctico. Por su parte, la profesora Pilar Ruiz-Lapuente dirige el grupo del instituto que participa en el Supernova Cosmology Project que descubrió la energía oscura, uno de los mayores descubrimientos de la física actual. Todavía no sabemos lo que es la energía oscura, pero sabemos que causa la expansión acelerada del universo.
¿Cómo se valoran las aportaciones del ICC a nivel internacional?
La Facultad de Física de la Universidad de Barcelona, a la que pertenece el ICC, es la número uno en España y está bien situada en los rankings europeos. Además el instituto es el miembro mayoritario del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC, del que también forman parte, además de la Universidad de Barcelona, el CSIC y las universidades Autónoma de Barcelona y Politécnica de Cataluña). Según el último ranking Scimago, el IEEC ocupa el cuarto lugar entre todos los institutos públicos de investigación del mundo de su talla.
Entrevista publicada en Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).