La experimentación con animales es una práctica cotidiana en millones de laboratorios en todo el mundo. Son múltiples las aplicaciones que podemos enumerar, las cuales pueden ir desde emplear animales para la docencia en universidades, hasta la creación de modelos animales de enfermedades, que simulen total o parcialmente algunas enfermedades humanas y que nos permitan sentar las bases para poder comprender el mecanismo de la dolencia y diseñar terapias efectivas. También se usan animales para probar la eficacia y la toxicidad de medicamentos, para investigación de carácter veterinario, para la fabricación de sustancias comerciales, para la creación de animales transgénicos resistentes a enfermedades o para usarlos posteriormente en xenotransplantes. Todas estas aplicaciones suscitan controversias en mayor o menor medida de cara a la sociedad.
Por otra parte, también existen grupos que apoyan la experimentación animal. Es el caso de la Iglesia Católica que, aunque promueve el respeto a la Naturaleza, en su catecismo reza: “Los experimentos médicos y científicos en animales son prácticas moralmente aceptables, si se mantienen dentro de límites razonables y contribuyen a curar o salvar vidas humanas“. También nos encontramos aquí a un gran sector de la comunidad científica, que opina que la investigación con animales es éticamente correcta, siempre y cuando se consiga un beneficio para el ser humano o para los propios animales que sea proporcionado, teniendo en cuenta el daño que debe causarse, es decir, que la relación beneficio/daño sea favorable.
En mi opinión, y siempre respetando lo que la ley permite, la experimentación con animales debería seguir controlándose al máximo, pero no podemos abolirla por completo, al menos en este momento. Los animales, y el resto de seres vivos, merecen un trato digno y, por ello, estoy de acuerdo con las normativas europeas y españolas en cuanto a intentar reducir el número de animales que se emplea en investigación y a optimizar los procedimientos científicos para disminuir los daños y maximizar las aplicaciones. En consiguiente, coincido con los defensores de los animales en que la docencia en universidades podría usar sistemas informáticos o modelos artificiales de animales, ya que lo que se pretende es familiarizar al alumno con la fisiología o la anatomía del organismo en cuestión. Tampoco deberían emplearse para la investigación en cosmética. Sin embargo, mientras no tengamos medios alternativos y eficaces para sustituir a los animales en biomedicina (por ejemplo en el caso de modelos de enfermedades), no puedo negarme a la experimentación con ellos. En mi opinión, el ser humano tiene unas armas que la evolución le ha dado para intentar sobrevivir a la selección natural. Entre esas armas está el intelecto, de manera que podemos usar los recursos que la Naturaleza nos proporciona para conseguir nuestro propio beneficio, ya sea este la alimentación diaria o el avance de la ciencia. Por supuesto, también disponemos de una conciencia moral y de sentido común, que nos permite distinguir los actos correctos de los incorrectos, así como comprender que los recursos no son inagotables y que debemos hacer un uso sostenible de los mismos. Por esta razón, no apoyo la tortura inútil a animales y defiendo que se les cause el mínimo daño posible, pero no condeno su uso mientras no haya alternativa, porque eso constituye un beneficio para el ser humano. Tampoco comparto la visión de los seguidores del PGS, creo que están intentando extender valores humanos a otras especies cercanas, pero la defensa de la no tortura de los animales, debería ir más allá y no quedarse en cercanía filogenética, sino que cualquier animal es susceptible de ser reemplazado por un tejido, un cultivo o un modelo inerte, siempre que el estado de los conocimientos de la ciencia y la técnica lo permitan. Yo abogo por el respeto hacia la naturaleza en general, y no por el respeto únicamente de los grandes simios.
Si tienes alguna duda sobre lo que se puede o no se puede hacer en experimentación animal o quieres dar tu propia opinión, no dudes en dejarnos un comentario.