
Después de que Maradona prendiera la mecha sobre la falta de control de doping en el repechaje para entrar al Mundial de 1994 y el “café veloz” que les hicieron tomar, por iniciativa de Grondona, el presidente de la AFA salió a explicar cómo fue la situación:
Quién sabe si equivocadamente, con el temor de que pudiera pasar alguna cosa, traté de que en el último partido no hubiera control de doping porque venían los jugadores que no los tengo en mi país y uno no puede saber qué toman y qué dejan de tomar”
Osea que el máximo dirigente del fútbol argentino, en vez de cumplir con la reglamentación, levantó el control de doping, no para incentivar el dopaje, pero sí para evitar que algún futbolista fuera detectado en caso de infringir las normas. Se levantó el control para que no hubiera problemas por si alguno ya venía rompiendo las reglas. Clarito.
