Desde Argentina nos llega un thriller convencional, pero muy competente, un producto de franco entretenimiento que no ahorra en críticas directas a la corrupción sistémica que reina en el país hermano, y de eso por aquí también andamos sobrados, por otra parte. Los errores personales y profesionales de un piloto comercial le convierten en objetivo de una trama de los servicios de inteligencia. Nada de tiroteos o largas persecuciones, lejos de los tópicos del cine de acción actual los argentinos se lo han tomado con parsimonia, la intriga se lleva por vericuetos menos aparatosos, más lógicos y veraces, una de esas historias que te puedes creer, aunque el final chirríe una pizca.
Puntuación @tomgut65: 6/10