Hace un año os hablaba de la feria de reptiles Expoterraria 2010 celebrada en el recinto ferial de la Farga de l’hospitalet. En esa visita, la cigüeña nos trajo un nuevo habitante en casa, un pequeño Phelsuma madagascariensis grandis.
Tengo que decir que fue amor a primera vista, aunque nuestra intención era comprar un ejemplar de esta especie ese día, en la feria había varios stands dónde los vendían y por más vueltas que dimos, siempre terminábamos en la misma tienda con este pequeño cabezón mirándonos a través del plástico. Así que al final se vino pa casa.
Es un reptil de Madagascar de un bonito tono de piel verde cantón y que precisa de una temperatura y humedad muy específica y aunque nuestra intención era preparar el terrario días antes de adoptar al nuevo miembro de la familia, después del accidente de envío que sufrimos con Zooplus, no nos quedó más remedio que comprarlo en la feria y hacer un sprint para tenerlo lo antes posible.
Así que al llegar a casa nos pusimos manos a la obra. Primero con silicona transparente pegamos las placas de “Xaxim natural” al fondo del terrario, ya que dicen que es ideal para que las plantas crezcan. Ha pasado más de un año y ni una triste planta ha querido arraigar en él, así que tengo mis dudas… pero bonito pues si que queda
Después añadimos una primera capa de “arlita” para mantener la humedad, una fina capa de tela mosquitera para que la tierra de encima no se escapara hacia abajo. Seleccionamos un par de plantas capaces de aguantar el microclima que se crearía dentro del terrario y tras plantarlas nos pusimos manos a la obra con el sistema de lluvia. Una especie de aspersor que funciona con una bomba de cafetera y que ayudado de un temporizador, regula la cantidad y duración de las lluvias. Montamos las luces con su temporizador también, para que se enciendan y se apaguen automáticamente y volià, hogar dulce hogar.
Este terrario es como tener un pequeño trocito de selva en tu casa, sobre todo después de cada lluvia, el olor a tierra mojada te hace sentir como en la propia montaña. Lastima que sea pequeñito. Además, el phelsuma ha resultado ser un habitante muy curioso que siempre está al acecho de todo lo que pasa y al que bautizamos como Mortadelo, por tener cierto aire al famoso dibujo de cómic.
Mortadelo tiene una dieta variada de pequeños grillos vivos (un tamaño bastante más pequeñito que sus vecinos los dragones barbudos), pienso, miel, plátano, kiwi, potitos de frutas, … un poco de todo y un pozo sin fondo. Pero como es muy escurridizo y desconfiado, le fabricamos una especie de “McAuto” dónde le dejamos los grillos vivos y cuando le apetece se sirve él solito
Con el paso de los meses y ver como iba creciendo, también nos dimos cuenta de que tiene mucho carácter e incluso nos regala de vez en cuando, sus mejores gorgoritos.
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Es un tipo de reptil que tiene unas laminas muy finas en los pies y manos que funcionan a modo de ventosa y por eso es habitual encontrarlo enganchado en el bambú, cristal, paredes,…
Y nada, aparte de estar todo el santo día pegado al cristal o dentro del bambú sacando la cabecita, poca cosa más hace. Ahora me doy cuenta lo que ha llegado a crecer en tan poco tiempo!!
Pero… ¿a que es una monada?