En estos tiempos de confinamiento, nos acordamos de nuestras familias (algunas personas porque están muy lejos y no podemos ver, pero incluso estando tan cerca, no podemos abrazarlas, ni besarlas ni tener una conversación sin los medios digitales en medio...). Pero también nos acordamos de los buenos momentos que hemos vivido y que volvemos a vivir.
Y es en este post donde queremos acordarnos de toda nuestra familia espeleológica del G.E.V., aquellas personas que cuando salimos a la montaña, vamos de viaje, nos metemos en simas, o simplemente entrenamos... están ahí esperando, con el corazón encogido para saber si estamos tod@s bien.
Y este post es especial, porque es la entrada número 1.000 en nuestro blog (comenzamos en septiembre de 2009 y no imaginábamos que llegaríamos a este número de entradas)... y es que no hay nada más importante que la familia... y para nosotros la familia espeleológica es también lo más importante. Además de la concordia, el buen estar y el compañerismo... es muy importante recordar los buenos momentos vividos a lo largo de todos estos años.
Y es que también ha habido malos momentos, e incluso alguna discusión... como en todas las familias... pero siempre deben de quedar los buenos recuerdos. Por ejemplo, con estas fotos que añadimos en este post.
Así que nada familias que conformáis la Familia Espeleológica del G.E.V., os deseamos todo lo mejor, que pronto podamos volver a vernos, a abrazarnos, a disfrutar y a hacer lo que más nos gusta todos juntos, alrededor de un fin común, la Espeleología.
Saldremos pronto de esta y volveremos a juntarnos toda la gran familia del G.E.V..