Los cambios asustan, porque te obligan salir de tu zona de confort. Es más fácil emplear palabras como “siempre”, “nunca” o “tengo que” para mantener el status quo y no tener que lidiar con el cambio. “Nunca me ha gustado el deporte.” “Siempre he trabajado de esta manera.” “Tengo que tomar café con ella.” Aferrarse a la situación actual reduce el miedo, porque te facilita predecir el futuro.
La ilusión de saberlo todo
Al planificar tu vida al detalle, basándote en lo de siempre, puedes crear una realidad relativamente segura, sin grandes cambios, sin grandes sorpresas. Aferrándote a lo conocido consigues apartar el miedo y la inseguridad. Pero la ausencia de miedo o inseguridad no es la felicidad. Es simplemente ausencia de miedo e inseguridad. Nada más.
Y ni siquiera es algo seguro. En cualquier momento tu equilibrio cuidadosamente balanceado se puede ver destrozado por algún cambio fuera de tu alcance. Tu médico te informa de que si sigues así, tu cuerpo no aguantará mucho más . Tu jefe te pide que pases un año en China para abrir mercado en Asia. Tu mejor amiga (la de la cena de los miércoles) se muda a Australia. Los pequeños compromisos que te aseguraron la ilusión de tenerlo todo bajo control de repente ya no sirven. ¿Y ahora qué?
Actuar en vez de evitar
¿De qué tienes miedo? ¿Qué es lo peor que te puede pasar? Fingir que la vida siempre se quedará igual es una ilusión, una ilusión que no será más real solo porque inviertas más energía en apartar los cambios (reales e imaginarios).
Quizás es hora de cambiar el enfoque. En vez de insistir en que siempre o nunca fue así, puedes decidir que hoy eres tú quién manda en tu propia vida. La felicidad es una decisión y esa decisión es tuya. Requiere que actúes, incorporando hábitos en tu vida que te benefician, hoy y a largo plazo.
- Empezar a correr hoy es un palo. Cuando hayas conseguido convertirlo en un hábito mejorará tu forma física y tu capacidad mental.
- Aprender a meditar parece una pérdida de tiempo. Una vez que sea un hábito te permite afrontar otros cambios con más calma.
- Cambiar tu alimentación suena muy complicado. Después de habituarte a comer sano disfrutarás de tu vitalidad y energía.
