La fiebre ayudaría a los niños a pasar mejor la enfermedad

Una pediatra estadounidense sostiene la teoría de que la fiebre que ocasionan ciertas enfermedades si están bien controladas no son peligrosas y que por el contrario, son aliadas en el proceso de recuperación de los niños afectados ya que los ayudan a pasar mejor todo el proceso hasta recuperarse y volver a sentirse bien.

Las fiebres altas durante la infancia son sumamente frecuentes debido a varias enfermedades, pero lo que ocurriría al parecer es que ayudaría al niño a calmarse, con sensaciones de fatiga que lo harían descansar y dormir más, algo que es fundamental para que el cuadro pase y los remedios hagan su efecto para que el pequeño recupere su salud lo antes posible.

Los padres son los primeros en preocuparse ante las fiebres elevadas de sus niños y buscan la asistencia de profesionales para que les brinden soluciones que consigan bajar la temperatura de los pequeños que se encuentran enfermos, eso es lo que indica la doctora Hannah Chow-Johnson, profesora asistente en Loyola University Chicago Stritch School of Medicine:

“Mis visitas más frecuentes son de padres preocupados que quieren saber cuán alta una fiebre puede ser preocupante”…”Lo que muchos padres no se dan cuenta es que muchas veces, la fiebre es un amiga de su hijo”.

Lo que dice la especialista es que la fiebre ayuda a los niños a quedarse en la cama lo que los hace recuperarse más rapidamente, especialmente en los casos en los que exista una enfermedad de clase viral. Estudios desarrollados con anterioridad también indicaban que a la fiebre no hay que combatirla ya que los remedios utilizados para bajar la temperatura muchas veces prolongan el tiempo de recuperación, ya que la fiebre es capaz de matar las bacterias que matan la enfermedad.

Se considera que un niño tiene  fiebre cuando su temperatura supera los 37,5º en esos casos los padres deben estar alertas ya que puede ser el síntoma de una enfermedad grave. En los casos en los que la temperatura supere los 40º es necesario acudir a una sala de urgencias para atender al niño.

Vía | Terra

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