La fiebre del toc

Por: Eduardo Lora Cueto (@baulpolisemico)

TOC-TOC, dirigida por: Pablo Ardissone en Asunción, Paraguay 

Mientras el público espera en una inmensa fila, el elenco se reúne para hablar al tiempo que por sus rostros corren unas cuantas lágrimas. Se abre el telón y ahí, en aquel consultorio del Doctor Cooper, los 7 personajes se despiden de la mejor terapia de sus vidas. “Camilo” hace sus últimas sumas y restas, se oyen ovaciones y aplausos, para que luego Marcelo se marche a casa, como de costumbre, la única diferencia es que esta vez ante su cama, rompe a llorar, pues la función ahora sí que ha terminado.

Una hora con 50 minutos era la duración perfecta para intentar superar los TOC’s (Trastornos Obsesivos Compulsivos) que 6 de los 7 personajes presentaban. Parodiando diversas problemáticas sociales, el autor Laurent Baffie expone cuán compleja es la mente humana y de qué maneras las personas pueden comunicarse buscando respuestas a los sucesos que ocurren en el día a día, ahora bien, ¿deben tener nuestros actos alguna relación entre sí?... Si yo hago esto, me pasa esto otro. Con este pensamiento, las personas desarrollan un TOC y lo peor, sin lograr aceptarlo.LAS CUENTAS DE “K-1000-O”

Marcelo Buenahora Bernal

“Camilo es un personaje humanamente vulgar y con un pequeño problema psicológico o mental”, de esta manera Marcelo Buenahora describe al personaje que más le ha exigido a lo largo de su experiencia actoral. Un completo desafío fue para Marcelo poder cumplir con los niveles emocionales a los cuáles se enfrenta este personaje, llevándolo a entender mejor a las personas con trastornos, de conocer mejor su mundo, de investigar a nivel social el relacionamiento de esta gente con la sociedad.La profesión de Psicólogo que paralelamente ejerce Marcelo, lo llevó a entender de mejor manera el mundo psico-afectivo de todos los personajes, especialmente  el de Camilo, quien en un arrebato emocional expresa la manera en que debe escribirse su nombre “K-1000-O”. Sumas, restas, multiplicaciones y demás, son las operaciones matemáticas favoritas de este personaje obsesionado por los números y quien asiste a consulta chantajeado por su mujer.  

La entrada a ver TOC-TOC tuvo un costo de 100.000 GS

Paraguay se ha dividido en un antes de TOC-TOC y un después de las 37 funciones de TOC-TOC, al punto que el movimiento teatral ha cambiado, tanto que actores y productores se han esforzado más por mantener funciones dignas con amplio aforo. “No es que no haya público, es que no encontrábamos el condimento de lo que la gente quiera ver en el escenario”, expresa Buenahora. Con la comicidad de TOC-TOC, se demuestra una vez más que las obras de teatro hablan el mismo lenguaje, y que este arte es universal.