
Ser arquero es, sin duda, uno de los puestos más difíciles dentro de las once posibilidades que hay en el campo. Alguna vez, Galeano dijo que “es el culpable de todo; y que si no la tiene, también paga” y que es el “único jugador que no juega, sino que aguarda, bajo los tres palos, su fusilamiento”.
En este contexto, que el portero sea figura de un partido demuestra, a priori, la dominación casi total del equipo al cual no pertenece, en relación a las llegadas que pudo (o no) evitar.
El caso de Javi Varas el sábado pasado en el Camp Nou es para destacar. Con un Sevilla que se limitó a defender y no pudo jugar la pelota cuando los nueve jugadores que tenía detrás de esa línea lograban recuperarla.
Seis tiros directos al arco registran las estádisticas, más otros ocho que se fueron desviados. Todos se encontraron con el “uno” andaluz.
“Nos hemos encontrado con una pared” dijo Adriano, mientras que su colega Victor Valdes sostuvo: “Javi ha ratificado la gran temporada que está teniendo”.
“No me voy a quitar mérito”, y no es para menos, dice el propio arquero. Desde lo grupal no será un partido para el recuerdo (aunque el 0 a 0 se festejó como una victoria), pero que si se lo mira desde el plano individual ha sido una actuación genial.
¿El corolario? Un penal atajado en el último minuto. El arquero no hace goles, pero desviar una pena máxima es parecido. Más si es al mejor jugador del mundo… suficiente para elegirlo como la Figura del Fin de Semana.
