La bronquiolitis es la afección respiratoria pediátrica más frecuente, afecta en un 70-80% de los casos a niños menores de dos años. Los bronquiolos se van inflamando, se llenan de moco y dificulta la respiración.
Con la fisioterapia respiratoria, ayudando a expulsar los mocos, se disminuirá el riesgo de infecciones y complicaciones broncopulmonares, mejorando la ventilación pulmonar, la alimentación, el sueño y disminución de la tos.
El fisioterapeuta especializado es el que dirá a los padres cuantas sesiones necesita el niño, y una vez en casa, los padres pueden poner en práctica algunos ejercicios aprendidos durante la sesión.